Empresarios exultantes, ausencias ruidosas y pronósticos: de qué se habló en la casona histórica en donde se presentó Vilella

Expectativa, entusiasmo, cambio de época y satisfacción fueron las sensaciones que se percibieron en una casa histórica del barrio de San Telmo, Buenos Aires. La Casa Guerrero, casco antiguo de Carlos Francisco Guerrero Cueto, fue el epicentro de la rosca agropecuaria. Fernando Vilella se presentó como el secretario de Bioeconomía ante empresarios, dirigentes y referentes de las cadenas agropecuarias.

Pasadas las 16, los invitados a la presentación comenzaron a llegar. Los primeros intercambios entre los presentes eran de apoyo y optimismo, aunque siempre aclaraban que el escenario será duro en los próximos meses.

Los grandes jugadores del sector agroindustrial se hicieron presentes. Estuvieron el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales (Ciara - CEC), Gustavo Idígoras, el CEO de la Aceitera General Deheza, Roberto Urquía, entre otros actores. La gran ausente fue la Mesa de Enlace. 

Los nombramientos y el programa de desregulación cayeron de manera excelente al sector. La frase “cambio de época” fue una constante entre los más de 140 presentes durante la jornada. 

Actores de diferentes cadenas destacaron que las personas que se sumaron al equipo de la secretaría vienen del sector agropecuario, por lo tanto, lo vieron como un activo. Al mismo tiempo, hablaron de apoyar al gobierno aún en las vicisitudes que tenga que enfrentar.

El presidente de la Cámara Argentina de Bioinsumos, Roberto Rapela, comentó a Agrofy News: “Veo un gran futuro en la libertad”. En este sentido, destacó que espera que las conversaciones para acelerar las tramitaciones de los productos sean ágiles y así fortalecer a las pequeñas empresas.

Durante la tarde, el futuro secretario se encargó de enumerar una serie de medidas, entre ellas más desregulación y ley de inversiones. Estos dos ejes cayeron bien al sector privado presente.