No es la chicharrita: el verdadero "dolor de cabeza" para los productores que apuestan al maíz y cinco claves para manejarlo
Lo desafiante es que no hay un único manejo que logre un 100% de control sobre el tema
¿Cuáles son las malezas que más impactan en el cultivo de maíz? “Amaranthus, eleusine, digitaria y echinochloa son las cuatro malezas de verano que le dan dolor de cabeza a los productores que apuestan a la siembra de maíz”, comienza Pablo Angeletti, el gerente de herbicidas de UPL Corp Argentina, a la hora de hacer un repaso por los desafíos que presenta el cultivo en el marco del congreso MAIZAR 2024.
El dato no se hace esperar: una planta aislada de amaranthus produce unas 100.000 semillas. El 60% puede llegar dar una nueva planta al año siguiente. En el caso de una gramínea como eleusine, el número de semillas está entre 5.000 y 14.000, de las cuales el 90% puede llegar a prosperar.
“El poder de descendencia de las malezas es muy alto. Por eso el productor se preocupa para que no ocurran escapes, consciente de lo que puede generar el año siguiente”, dice. Lo desafiante es que no hay un único manejo que logre un 100% de control. Acá es donde el manejo integrado, rotación de activos y momentos cobra importancia.
Entonces ¿qué estrategias implementar para bajar el banco de semillas año tras año, cultivo tras cultivo, teniendo en cuenta las condiciones climáticas y el tipo de suelo? ¿Qué herramienta química usar para que cubra esos 40 a 50 días iniciales del maíz? ¿Y después? ¿Qué hacer para que el maíz esté en activo crecimiento y supere las situaciones de estrés? “Ahí es donde entra el manejo integral al que se suman la rotación de cultivos, los cultivos de cobertura, el manejo de fechas de siembra y densidades, y el aporte de los productos biológicos antiestrés para mantener al maíz en óptimas condiciones para ejercer la competencia”, enumera Angeletti.