Transformó el dolor en superación y creó una organización que capacitó a más de 300 mujeres en las labores que demanda el agro: la historia de Sandra Bulacio
Tractoristas, operadoras de drones y retroexcavadoras, albañiles y carpinteras; las mujeres que gracias a Sandra encontraron en la construcción y el agro una oportunidad para mejorar su vida y la de sus familias.
Sandra Bulacio reside en la localidad cordobesa de San Francisco, Córdoba. Allí, realiza una enorme labor de inserción social y laboral desde la ONG "Mujeres con Oficio", de la que es presidenta, capacitando y formando a mujeres en sectores tradicionalmente liderados por hombres. Lo que busca también es ayudarlas a salir de situaciones de vulnerabilidad y violencia.
Mujeres con oficios y Sandra Bulacio
La ONG nació hace 5 años, con la misión de dignificar a las mujeres y ofrecerles herramientas para alcanzar la independencia económica y la sanación. Desde el inicio, la visión de "Mujeres con Oficio" ha sido dar formación en roles no convencionales y facilitar la inserción laboral para superar situaciones de violencia de género que las hayan conducido a la vulnerabilidad social y económica.
La organización estima que ya capacitó a más de 300 mujeres en San Francisco y alrededores, en sectores como la construcción, la mecánica y el agro. A través de un sistema de alianzas con empresas, imparten cursos de carpintería, albañilería, plomería, manejo de retroexcavadora, camión y tractor, entre muchos otros.
“Lo que nos empodera a nosotras es el trabajo, estar con la otra, la ayuda mutua y salir de esas situaciones de vulnerabilidad”, explica Sandra en una entrevista con Agrofy News. Tras vivir años de violencia de género, su experiencia la impulsó a dedicarse a apoyar a otras mujeres que buscan un cambio. Según ella, la independencia económica y la autoestima que se construyen a través del trabajo son claves para romper con la desigualdad de género.
Una salida laboral, una entrada a la vida digna
“La lloramos todas cuando nos enteramos que una chica consiguió un trabajo formal”, comenta Bulacio. Y con esa misma emoción explica la diversidad de cursos de formación que reciben las mujeres de la asociación.
En relación al sector agropecuario, la oferta se centró en poder solucionar el faltante de perfiles para molinos harineros de la zona, choferes de camiones que asistan en temporada de siembra y cosecha, operarias de mantenimiento de instalaciones y sobre todo, mujeres que se animen a hacer una transformación cultural en el ámbito rural.