La tecnología que solucionó un grave problema de desechos del campo y duplicó rindes: “Estamos obteniendo 7500 kilos de trigo, 12.000 de maíz de segunda y hasta 15.000 de maíz de primera"
Un establecimiento porcino y Valley Irrigation afrontaron el desafío ambiental de gestionar los residuos de manera innovadora
En plena zona rural de Córdoba, la empresa familiar El Goyo —un criadero de cerdos en crecimiento constante— enfrentaba un dilema: ¿qué hacer con los efluentes generados por la granja? Lo que al comienzo parecía manejable, con métodos artesanales como los estercoleros, se convirtió rápidamente en un problema de escala. La acumulación de aguas residuales y las exigentes leyes ambientales provinciales llevaron al equipo técnico a buscar una solución eficiente, sustentable y productiva.
Fertirriego: tecnología de alto impacto en el campo
“La granja estaba creciendo y el volumen de efluentes era cada vez mayor. Córdoba es muy estricta con su legislación ambiental, especialmente en lo que respecta a la disposición final de efluentes agrícolas”, explica Diego Molina, ingeniero agrónomo y distribuidor de Valley Irrigation, la empresa que brindó la tecnología para transformar ese pasivo ambiental en un activo productivo.
La clave estuvo en aplicar el concepto de fertirriego: utilizar el efluente cargado de nutrientes como fertilizante líquido mediante sistemas de riego por aspersión. “Lo incorporamos al equipo de riego y lo esparcimos directamente en el cultivo. Así, convertimos un residuo en un insumo valioso”, señala Molina.