Nueva era en el campo: "La inteligencia artificial no va a reemplazar al ingeniero agrónomo; pero el agrónomo que usa IA sí va a reemplazar al que no la usa”

En el foro agroindustrial FARO 2025, organizado en Rosario, Hernán Ferrari expuso por qué la inteligencia artificial será determinante para alimentar a una población mundial creciente, en un escenario marcado por el cambio climático, la compactación de suelos y la falta de mano de obra

18deNoviembrede2025a las09:28

En el marco de FARO 2025, el Foro Agroindustrial Argentino organizado por Agroactiva y Puerto Norte, que reúne a empresas, técnicos y especialistas para pensar el futuro del sector, Hernán Ferrari, ingeniero del INTA y referente tecnológico de Leaf y Grupo Crucianelli, brindó una conferencia que dejó un mensaje claro: la inteligencia artificial será decisiva para garantizar la alimentación global en las próximas décadas.

Crucianelli y la inteligencia artificial en FARO 2025

La charla, titulada “Sin IA no hay pan”, repasó la evolución demográfica, los desafíos productivos y los límites ambientales que enfrenta el sistema agroalimentario global. Ferrari abrió con el dato que —según contó— cambió su manera de trabajar: un estudio de Harvard, enviado por la Fundación Rockefeller, que señala que para 2050, si no se modifica la forma de producir alimentos, 400 millones de niños podrían quedar sin acceso a comida.

Una presión demográfica que no se detiene

Ferrari explicó que, según la ONU y la FAO, la población mundial crecerá en hasta 1.500 millones de personas hacia 2050. Para alimentar a ese incremento, la oferta global de alimentos debería expandirse un 3% anual, algo que hoy no está ocurriendo.

El crecimiento será especialmente fuerte en África, Medio Oriente y Asia occidental, regiones que incrementarán su población pero no podrán autoabastecerse, ya sea por limitaciones productivas o por falta de mano de obra joven. “China no va a tener quién produzca alimento, advirtió, recordando el impacto de la política de hijo único.

En contraste, América —y en particular América Latina— se convierte en el continente llamado a equilibrar la balanza: pasaría de producir 1.800 millones a 3.100 millones de toneladas de alimentos.

Menos mano de obra y más vida longeva

El disertante remarcó un segundo desafío estructural: mientras la población aumenta, cada vez menos jóvenes eligen profesiones vinculadas a la producción de alimentos. Según la OIT, solo el 5% de quienes nacen hoy se dedicará a algún eslabón de la cadena agroproductiva.