Frente a un sector desanimado
Por Héctor MüllerCualquierafuese el resultado de la reunión que tendrá hoy el presidente de la Nación,Fernando de la Rúa, con los titulares de las cuatro entidades madre del campo,bien puede adelantarse que el primer mandatario recibirá a las cabezas de unsector que, en su gran mayoría, está absolutamente desanimado.
De la Redacción de La Nación
En un estudio realizado recientemente por la Sociedad Rural Argentina (SRA)se advierte claramente que la situación del campo atraviesa por una etapanegativa debido principalmente a los siguientes motivos:
Una importante caída de ingresos por los bajos precios internacionales y elaumento de los subsidios en los principales países productores y exportadores.
- Mayores costos por aumento de la presión tributaria y actitudes "cartelizadas de ciertos sectores, como las petroleras".
- Elevados costos en los servicios privatizados, como comunicaciones, transporte, energía eléctrica y la falta de una desregulación efectiva.
- Bajo poder de negociación ante las fusiones de las empresas agroindustriales y de los hipermercados. Algunas de estas razones se reflejan en números: para marzo, el precio promedio del trigo en el período 1991/99 fue de 129 dólares la tonelada; en este año se ubicó en 98 dólares la tonelada. El maíz pasó de 98 a 83; el girasol, de 189 a 140, y la soja, de 211 a 177 dólares la tonelada. Cierta decepción
Por todos estos motivos, si Enrique Crotto (Sociedad Rural Argentina); Juan Bautista Corea (Confederaciones Rurales Argentinas), René Bonetto (Federación Agraria Argentina), y Valentín Levisman (Coninagro) le transmiten al Presidente, además de los números perjudiciales, el verdadero sentir del agro, tendrán que decirle que las bases ya comienzan a sentir un cierto grado de decepción, porque además de transcurrir más de 40 días desde que elevaran el pedido de audiencia al primer mandatario, desde que asumió la nueva conducción no se anunciaron medidas concretas que lograran satisfacer al campo.Lo que con mayor urgencia se reclama es una rebaja en la carga tributaria y la eliminación de impuestos en el gasoil. Aunque fue heredado por este gobierno, el campo todavía sigue esperando que se eliminen los impuestos a los intereses y a la renta mínima presunta, gravámenes que fueron instrumentados en la última reforma tributaria llevada a efecto por el ex ministro de Economía Roque Fernández.
Además, se considera que pocos productores podrán acceder a la refinanciación lanzada recientemente por el Banco Nación. La Federación Agraria asegura que la tasa es alta y que para muchos productores es insalvable la exigencia del pago del 15% de la deuda para ingresar en ella.
Si bien el mundo rural está muy expectante respecto de la reunión de hoy, al margen de lo expuesto los productores agropecuarios esperan que sus representantes le hagan llegar al Presidente una posición unificada. Rumores que fueron creciendo con el transcurso del tiempo señalan que cada una de las cuatro "camina por su lado". Si esto fuera cierto, no es nada bueno para las entidades y mucho menos para el sector agropecuario en su totalidad.