Juan Linari: "La lechería está encontrando su equilibrio"

01deMarzode2003a las07:16

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Alvaro Torriglia / La Capital
 

Juan José Linari, director del Programa Nacional de Política Lechera de la Secretaría de Agricultura de la Nación (Sagpya), consideró que luego de tres años de crisis, el sector lácteo comenzó a encontrar un punto de equilibrio en la segunda mitad del año, lo cual "debería ser aprovechado para encontrar los acuerdos necesarios que permitían diseñar un esquema sustentable de producción y comercialización lechera". El funcionario se mostró especialmente preocupado por la caída de producción del 15% y confió en que los mejores precios de exportación que se pueden esperar para los próximos meses se traduzcan en mejoras de precios al productor, de modo de alentar una recomposición productiva. Con todo, consideró que lo peor ya pasó y que, hoy por hoy, el tambero que no abandonó la actividad "está dispuesto a quedarse porque se vienen mejores tiempos".
-¿Cómo cerró la lechería el 2002?
-Seguramente será un año que va a quedar en la historia del sector. Difícilmente se pueda encontrar otra situación complicada y crítica, teniendo en cuenta además que venimos de una crisis que arrancó en el año 99 y se proyectó sin solución en 2000 y 2001. Cuando estalló todo, el cambio de reglas de juego encontró a la lechería descolocada. A principios del año 2002, cuando fue la devaluación, los productores venían cobrando precios ya deprimidos de la leche entregada en la primavera de 2001, y buena parte de ellos cobró recién en los primeros meses del año debido a atrasos de las empresas lácteas. Entonces el tambero tuvo que hacer frente, con un precio de 6 ó 7 centavos de dólar, a costos expresados en dólares. Eso le impidió lisa y llanamente llevar adelante todas las labores que normalmente se hacen en el otoño y que condiciona el año productivo. Hablemos de silos de maíz, pasturas o verdeos.
-¿Esto fue así todo el año?
-Esta situación encontró de alguna manera un punto de inflexión a partir del segundo semestre del año, cuando el dólar se aquietó y los precios de la leche fueron trepando un escaloncito mes a mes, aunque no con la velocidad pretendida. La cosa es que terminamos el año con precios que están rondando los 12 centavos de dólar, esto es 35 a 40 centavos de pesos. Las consecuencias de este año trágico para la lechería se expresan en números: una caída del 15% en la producción que, si la comparamos con el 99, cuando la Argentina produjo la cifra récord de 10.300 millones de litros, se extiende a más del 20%. Es un retroceso notable en tres años. Hay sí un fuerte aumento de las exportaciones de lácteos, debido a la depresión del mercado interno, ya que el consumo cayó 17%, y a la ventaja del tipo de cambio. En buena parte de año pasado, para colmo, los precios internacionales fueron los más bajos de los últimos 20 años. Así todo, se exportaron 210 mil toneladas con un valor aproximado de 300 millones de dólares. Afortunadamente, juega a favor una recuperación de los valores del mercado mundial en los últimos meses. De 1.200 dólares la tonelada de leche en polvo, en junio, hoy podemos hablar de 1.700 hasta 1.800 dólares por tonelada. Eso cambia la perspectiva de la lechería argentina, porque vamos a tener un nivel de exportación considerable. Esperemos que sea sostenible y que se traduzca en una mejora de precios al productor. Porque también es cierto que hay menos leche en el país. Sería bueno una mejora de precios al productor sobre todo en estos meses por venir, como marzo, abril y mayo, que son los meses en los que se produce menos leche.
-Las industrias están comp