Dicen en el campo...
Que, a pesar del maratón político de la última semana y la conmoción creada, no llegaron a «pasar» algunos temas que pretendían atarse entre gallos y medianoche, enmascarados en la distracción general
• ... que la semana agropecuaria no dio tregua, y no sólo por el clima, la política o la evolución del dólar (que incide directamente en los ingresos de muchos productores abocados, en este momento, a definir la próxima campaña agrícola). Por caso, hubo un nuevo round en la «pulseada» por el glifosato que enfrenta a empresas, funcionarios, entidades y hasta países, y en la que muchos creen ver resabios de la feroz lucha del año pasado, cuando las empresas de agroquímicos se plantaron (y ganaron) en mantener las deudas de los productores en dólares a pesar de la pesificación oficial, que duró más de 6 meses. Pero también otros temas ocuparon las horas de los dirigentes, como el endeudamiento financiero del sector, especialmente con la banca oficial, que constituye una asignatura pendiente, ya que prácticamente no hubo avances en la materia, que hereda la nueva gestión. Ahí, los cambios en las cúpulas hacen prever que ahora el tema efectivamente se puede llegar a «destrabar» con posturas y propuestas lógicas (ya que las últimas «ofertas» del sector financiero no sirvieron, y el porcentaje de mora mantuvo su «saludable» crecimiento). Ahora, ya algunos equipos técnicos de Agricultura, y otros relacionados con sectores de los directorios de los bancos, aceleradamente estudian alternativas concretas, lo que es observado con «particular» interés por la gente de Roberto Lavagna en Economía. El caso es que entre las primeras decisiones más que complejas que deberá adoptar el nuevo presidente, Néstor Kirchner, se encuentra, justamente, el veto (pedido también por el FMI), o no, de la postergación de las ejecuciones hipotecarias que aprobó recientemente el Congreso. Y ahí, sin duda, el sector agropecuario, especialmente con la banca oficial, tiene un rol casi excluyente.
• ... que no sólo los políticos hacen papelones. También muchos funcionarios, ex funcionarios, dirigentes, ex dirigentes, etc., en un afán ilimitado por «colocarse» finalmente logran solamente ser objeto de la pulla pública. En el agro, tal vez los dos casos más emblemáticos fueron los de Enrique Crotto con Carlos Menem («se subió tarde y, encima, le salió mal», eran los comentarios en la propia sede de la Sociedad Rural, entidad de la que fue presidente durante 8 años, o sea, 4 períodos, a pesar de lo cual, en su momento, fue uno de los más fervientes opositores a la reelección presidencial