A pesar de las trabas la biotecnología no se para
Por la moratoria europea Argentina sólo tiene siete OGM en el mercado. Experimenta, a campo, con 567 cultivos
En Argentina más del 95% de los productores agropecuarios optó por la utilización de semillas genéticamente modificadas (OGM), con una alta incidencia en el cultivo de la soja. Le siguen el 40% del maíz y un poco más atrás el algodón.
Esto no significa que existan muchos OGM en el mercado, sino que sólo los siete que han sido aprobados (4 maíces, 2 algodones y 1 soja) constituyen un canal de soluciones en muchos aspectos productivos.
Tan importante que desde 1991 hasta el año 2002 se otorgaron más de 567 permisos de liberación al medio, de organismos genéticamente modificados OGM para uso agropecuario, con un 80% de ensayos sobre cultivos de maíz, soja, girasol y algodón que fueron evaluados por su resistencia a insectos y tolerancia a herbicidas.
La diferencia entre tantos ensayos y tan pocas aprobaciones tiene dos respuestas. Por un lado el alto grado de detalle en los análisis y seguridad de Argentina, junto a su marco regulatorio que desecha -antes de que se comercialice- todo lo que pueda generar algún problema o peligro. Desde otro punto de vista, la moratoria de la Unión Europea que desde el año 1998 viene complicando un poco las aprobaciones de OGM para la Argentina.
Esto quiere decir que de los tres pasos que tiene nuestro país para la aprobación de un nuevo evento, por el momento dos (científicos) se pueden garantizar. El tercero que es netamente comercial se traba porque no se encuentra aprobado por la Unión Europea (UE).
"Si tomamos como ejemplo cualquier cereal OGM que Argentina pretenda venderle a Europa y no esté aprobado comercialmente por ellos, nos pasaría que perderíamos todo un mercado al cual estamos acostumbrados a abastecer en gran cantidad", explicó Alejandra Sarquís, coordinadora del área de Biotecnología de la Secretaría de Agricultura, que el jueves pasado piloteó un seminario en la Bolsa de Comercio durante el cual se evaluaron los avances de la actividad y su repercusión.
Por ahora, se trabaja en potenciar los tratamientos científicos para asegurar que solo sean aprobados los mejores avances genéticos que deben ser inocuos para la salud humana y animal, e incapaces de producir daños al medio ambiente, aunque los frenos comerciales europeos impidan el lanzamiento de nuevas variedades. En el caso del maíz, por ejemplo, si fueran sacados a la venta en el mercado significaría que la Argentina se quede sin la posibilidad de venderle cualquier tipo de grano a los europeos.
Capacidad de supervivencia
A diferencia de nuestro país, Europa tiene 18 eventos OGM ap