Intensa desertificación entierras del Chaco salteño
Grave deterioro de las áreas dedicadas a la producciónSe trata de un proceso iniciado hace 100 añosSe produce la homogeneización del paisaje, eliminación de recursos forrajeros y arbustivos, y la desaparición de especies fáunicas
La vegetación, fauna y el suelo son los componentes del paisaje que más se han degradado en los últimos 100 años, hasta el punto de que estos procesos se incluyen actualmente entre los graves problemas de desertificación que afectan a la humanidad, tanto por organismos internacionales como nacionales.
Las actividades económicas que más impactan el ambiente chaqueño son: caza-recolección, ganadería pastoril, explotación de bosques, y agricultura para granos y producción de forraje.
La caza-recolección practicada por los grupos aborígenes, que se veían obligados a moverse dentro del territorio por la escasez de agua en el período seco, impactó más el paisaje que la fauna debido a que usaban el fuego como herramienta de caza, incendiando anualmente miles de hectáreas de bosques. Esto dio lugar a un paisaje donde alternaban áreas abiertas con pastizales altiherbosos.
El ingreso del ferrocarril en la década del 20 del siglo pasado impulsó la expansión ganadera, que cubrió prácticamente toda la región con el sistema de "puestos", así denominados los sitios donde se instala el pozo artesiano para proveer agua al ganado en el largo período de sequía (abril-noviembre), además de corrales y viviendas. Se cría ganado mayor y menor a campo abierto, sin ningún manejo del recurso forrajero ni del rodeo. Los impactos más notables de esta actividad se pueden resumir en:
1) Homogeneización del paisaje. Las áreas pastizales se lignifican en pocos años.
2) Rápida eliminación de los recursos forrajeros herbáceos y arbustivos, provocando así la caída de la cantidad de ganado, el empobrecimiento socio-económico y el éxodo de la población joven.
3) Desaparición de numerosas especies de la fauna, tanto por efecto de la caza como por la desaparición de ambientes abiertos.
4) Pérdida de suelos por erosión eólica, en el período seco, e hídrica en el período de lluvia, lo cual modifica el microrrelieve y altera la hidrología local. Esto a su vez va acompañado por compactación de suelo, que reduce infiltración y pérdida de materia orgánica.
5) Eliminación del futuro de especies arbóreas de valor forestal, como quebracho colorado y palo santo, cuya regeneración es destruida por el sobrepastoreo.
La explotación forestal comienza también con el ingreso del ferrocarril, para cubrir la demanda de durmientes, leña, carbón vegetal y postes para alambrados.
A la vera de los rieles nacieron pueblos, de los cuales muchos desaparecieron al agotarse el recurso bosque. Fueron típicas economías "auge-ruina", como si se tratara de un recurso minero y no un recurso renovable.
La agricultura a secano para granos, fundamentalmente de maíz, poroto y soja, ocupa actualmente la mayor parte del área de transición entre Chaco y Selva Boliviano-Tucumana (umbral del Chaco) de la provincia, cuya mayor expansión se produjo en los últimos 30 años.
El desarrollo agrícola implicó el desmonte de alrededor de 650.000 ha de bosques, proceso que, analizado desde un punto de vista económico, ha resultado altamente positivo para la provincia por la generación de fuentes de trabajo y el fortalecimiento de pueblos y ciudades, cuyas economías giran entorno de la actividad agrícola, aunque la eliminación del bosque haya significado una importante pérdida de flora y fauna.
Desde un punto de vista de impactos ambientales, se pueden señalar dos etapas. La p