¿Quién controla las balanzas?

Las diferencias de peso son moneda corriente en la comercialización granaria.Era función de la ex Junta Nacional de Granos. Admiten que desde que se disolvió el organismo no se ejercen fiscalizaciones. Grave problema.

10deOctubrede2003a las08:49
Recientemente, un fabricante de balanzas digitales refería haber multiplicado las ventas en los últimos tiempos debido a los crecientes problemas que hay en la comercialización. Sus principales clientes eran los productores. Eso dio pie para abordar el problema de las pesadas desde el siguiente punto de vista: quién es el responsable de controlar la calibración de las balanzas utilizadas en el comercio granario y, en segundo lugar, si esos controles se cumplen.

“Antes, el control de las balanzas lo hacía la Junta Nacional de Granos (JNG), pero desde que desapareció nadie lo realiza”, comenzó explicando Luis María Migliaro, jefe del Area Granos de la Oficina Nacional de Control Agropecuario, el organismo creado tras la disolución de la JNG, para controlar el comercio granario. “Tendríamos que tomar ese tema -continuó-, que es una asignatura pendiente.”

Está fuera de discusión que el peso del grano remitido es motivo de discordia entre productores, acopiadores, transportistas y exportadores. Las balanzas tanto pueden estar dentro del campo como en el acopio, sobre los caminos y antes del ingreso en puerto. Pero tal vez las que más problemas generan son las que están en la descarga de los puertos.

Sin ruborizarse, el responsable de una planta de silos en Necochea explicaba que asumen como “normal” una diferencia de 80 a 100 kg por camión. Por encima de eso la diferencia se pelea. Pero, como finalizó admitiendo, “todo siempre lo termina pagando el chacarero, el pobre productor…”.

El problema del camión que llega a puerto para descargar y cuyo peso no concuerda con el que supuestamente tenía al momento de salir es complejo.
“Hay terminales que directamente no te aceptan otra pesada que no sea la suya, así que por más que salgas a hacer una segunda o tercera pesada, no te las van a considerar”, comentó un acopiador de la zona de Capitán Sarmiento.

Por su parte, un productor de Tres Arroyos admitió también estar resignado a perder de 80 a 100 kg por camión. Parecería que este volumen es el punto de inflexión por debajo del cual no vale la pena protestar. “Si sacás el camión, perdés el turno y capaz que tenés una demora de medio día más, que te termina saliendo más caro que los 80 kg de cereal”, comentó. Por otra parte, una pesada cuesta $13 en una balanza pública, con lo cual, además del tiempo perdido, hay un costo que se deduce de la diferencia reclamada.

“Hay puertos que son muy bravos, que ‘castigan’ mucho -sostuvo por su parte Miraglia-. Lo que pasa es que para terminales que descargan en plena cosecha quinientos camiones por día, 100 kg por camión es un número.” Efectivamente: si se trata de soja, serían unos $55 por camión, o sea $27.500 o u$s9.000 al final del día.

Pesos y medidas

El acopiador de Capitán Sarmiento admite que hace diez años que nadie va a controlarle la balanza. Lo hace él por su cuenta, con un fabricante de básculas, que va con las pesas oficiales y le regula el aparato. “No hay balanzas truchas, hay balanceros truchos”, recalcó el acopiador.

Cuando existía la JNG, los propietarios de balanzas debían inscribirlas en un registro y eran sometidos a inspecciones de rutina, pero también sorpresivas. “Las balanzas tenían una chapita con el sello de la junta y eran precintadas por los inspectores. Pero desde que desapareció la junta no se las volvió a hacer. Hoy hay un bache de diez años”, explicó el funcionario de la ONCCA.

Sin embargo, Alberto Rodríguez, de la Cámara de Industrias Aceiteras, explicó que las terminales tienen la obligación de hacer revisar sus balanzas una vez por año ante la Oficina de Metrología L