“En la SAGPyA estamos a favor de la regalía global”

Es un sistema de recaudación para fondear el mejoramiento vegetal, basado en un canon que los productores pagan al momento de vender su grano. En Francia ya se implementó. La secretaría prepara una ley.

24deOctubrede2003a las08:25
El secretario de Agricultura, Miguel Campos, fue contundente en su definición, durante la entrevista que mantuvo esta semana con Infochacra: “Somos partidarios de la regalía global. Es la mejor manera y la más justa de generar crecimiento y desarrollo tecnológico en el mejoramiento vegetal”, señaló.

La regalía global es un sistema por el cual un monto deducido de la primera venta del grano se destina a conformar un fondo que utilizan los obtentores de variedades vegetales para financiar el mejoramiento. Se aplica fundamentalmente en especies autógamas, como son la soja y el trigo. En Francia, por ejemplo, desde el 2001 los productores de trigo pan pagan 50 centavos de dólar por cada tonelada del cereal que venden. El monto recaudado se distribuye de la siguiente manera:

1) A los productores que compran semilla (no hacen reserva de propia producción) se les bonifica 2 dólares por cada 100 kg comprados.

2) Del resto, el 85% va para los fitomejoradores (obtentores) y el 15 para un fondo de sostenimiento de la investigación que administra la industria semillera (incluido multiplicadores).

Global sí, extendida no

“La regalía extendida no es una estrategia sustentable a nivel país”, continuó Campos. “Nosotros estamos a favor de un proyecto de regalía global, y tanto es así que ya lo planteé a nivel de todo el Mercosur, de manera que el bloque en su conjunto adopte sistemas equivalentes de regalías globales”, se entusiasmó el titular de la SAGPyA. “Hoy Brasil está ampliando el uso de variedades transgénicas y eso abre la posibilidad de que el día de mañana le ofrezcamos semillas y podamos cobrar la regalía”, precisó.

Campos dijo que el mecanismo de la regalía extendida -implementado hoy por una serie de empresas en la Argentina- se contrapone con el de la global. “Esta última es mucho más fácil de aplicar y de seguir, y de esa manera todo el sector productivo aporta al desarrollo tecnológico”, opinó el funcionario.

“Con la regalía global, como todos tienen que pagar, desaparece el incentivo para hacer uso propio y se estimula la compra de semilla fiscalizada”, apuntó Campos.

En la regalía extendida, productor y semillero firman un contrato por el cual el primero pague un canon al segundo si hace reserva de semilla para sembrar en la campaña siguiente. Mediante este contrato, sembrar una hectárea con semilla reservada ronda los 3,5 dólares, en promedio.

Pero este sistema ha sido recientemente cuestionado por la filial Pergamino de Federación Agraria, al considerar que viola el derecho al uso propio, consagrado en la ley de semillas 20.247. A raíz de ello, la SAGPyA, a través del titular del Area Semillas, Oscar Costamagna, contestó que “no convalida ese sistema” y que será la Justicia la que dirima, en última instancia, si es legal o no.

Millones en juego

Haciendo un ejercicio teórico, si por los 35 M/t de soja que se vendieron la última campaña 50 centavos de dólar hubieran ido al fondo de la regalía global, éste contaría con u$s17,5 millones, a lo cual habría que sumar lo proveniente de unos 12 M/t de trigo, que aportarían u$s6 millones más.

A fines del 2001 el Comité Interprovincial de Multiplicadores de Semillas (CIMS) elaboró un documento con una propuesta sobre regalía global, aplicable a los cultivos de trigo y soja.

Básicamente planteaba un sistema como el descripto, incluyendo la posibilidad de que puedan convivir el sistema global con el de regalía extendida. El reparto de la regalía global se haría por participación en el mercado. Sin embargo, el proyecto planteaba que los obtentores que suscribi