Se debe recuperar el prestigio y la credibilidad del organismo

Para evaluar al Senasa deberíamos previamente tener una visión del mismo: una imagen ideal de cuál es el Senasa a que aspiramos, y cotejarla con la que existe hoy en realidad.

12deJuniode2004a las09:25
Si la aprobación que el Senasa da a un proceso o producto significara un sello de calidad indiscutido en el mundo entero, estaríamos muy cerca de ese ideal ¿Es ésa la realidad hoy? La crisis del año 2000, con la reaparición de la fiebre aftosa, ha dejado una secuela más grave que la misma epizootia: la credibilidad del Senasa ha quedado fuertemente resentida.

Esta credibilidad, resultado del prestigio institucional, todavía no se ha recuperado. Un organismo clave para garantizar la seguridad de los alimentos de su población, y de asegurarla para los cada vez más exigentes mercados de exportación, no tiene todavía la solidez institucional suficiente, y aún sigue lejos de la visión ideal de la que hablábamos más arriba.

Desde que el Senasa se fundó en diciembre de 1996, al unificar al antiguo Servicio Nacional de Sanidad Animal con el Instituto Argentino de Sanidad y Calidad Vegetal (Iascav), los temas del área "roja" (sanidad animal, y de manera especial, los referidos a fiebre aftosa) han desplazado y quitado prioridad a los del área "verde" (sanidad vegetal), tanto o más importantes que aquellos en la economía nacional. Es notorio el desequilibrio de recursos y prioridades políticas en este sentido.