A pesar de la menor oferta, el novillo mantuvo su valor.

Con una demanda satisfecha, la operatoria en el mercado de Liniers transcurrió durante los primeros tres días de la semana con precios en calma. La oferta entre lunes y miércoles, de 2.910 cabezas menos que en igual período de la semana pasada, fue suficiente para frigoríficos, supermercados y abastecedores que se movieron con tranquilidad. En este escenario, el precio promedio del kilo vivo de novillo cerró el miércoles en 2,172 peso, apenas un centavo más que en igual día de la semana pasada.

El período comercial en el recinto concentrado se inició con un reducido ingreso, de casi 6.600 animales. La escasa oferta no repercutió sobre los precios, que se mantuvieron en los valores del viernes pasado, en todas las categorías y clasificaciones.