Técnica de Necropsia
La necropsia es un procedimiento de diagnóstico que facilita el control de muchas enfermedades.
Requiere del conocimiento general y especial de la patología de órganos y sistemas. Demanda también el conocimiento de la normalidad de los órganos y la identificación de los cambios post mortem que eventualmente se produzcan.
El hecho de contar con un protocolo de necropsia permitirá al veterinario realizar una necropsia sistemática, completa y rápida. Se deberá siempre tener en cuenta que se puede manipular material de riesgo para la salud propia o de quienes nos rodeen; la posibilidad de adquirir una zoonosis no deberá nunca ser desestimada.
En un 80% de los casos se llega a un diagnóstico certero cuando se envía un animal vivo con síntomas, o recientemente muerto, mientras que dicho porcentaje es mucho menor cuando solamente las muestras son llevadas al laboratorio.
Tratar de minimizar los procesos de autólisis manteniendo el cadáver en lugares sombreados durante épocas de calor.
Antes de comenzar una necropsia considerar los siguientes aspectos:
1. Contar con la vestimenta apropiada.
2. Disponer del instrumental adecuado: cuchillos, costótomo, serrucho, hacha, chaira, piedra de afilar, materiales y recipientes para la recolección de muestras (bisturí, pinzas, tijeras, etc). Usar cuchillos bien filosos.
3. Proceder ordenadamente examinando los diferentes órganos y tejidos sistemáticamente.
4. Efectuar cortes netos y con seguridad evitando accidentes personales.
5. No destruir los tejidos con cortes inadecuados sin previa y detenida observación de los mismos.