Una vuelta maicera.

En Santiago del Estero, la soja fue clave en el crecimiento. Pero Pablo López Anido ajusta el manejo con el cereal.

10deDiciembrede2005a las08:10

El área productiva ubicada en las cercanías de Bandera—Juríes, en Santiago del Estero, se destaca por ser una de las zonas de mayor crecimiento en producción de granos dentro de las nuevas fronteras agrícolas. Allí, en un área que abarca medio millón de hectáreas y dónde la soja es el cultivo que impulsó el crecimiento, el joven productor Pablo López Anido, agudiza su ingenio para incluir al maíz en la rotación. ¿Cómo?. Ajustando su principal tecnología: la nutrición del cultivo.

Impulsado por su mirada de largo plazo, López Anido se esmera por generar información local para el ajuste tecnológico del cultivo de maíz.

"La necesidad de rotar cultivos y los buenos resultados en maíz, obtenidos en los últimos años, nos llevó a ajustar el manejo con foco en la fertilización y la elección de genética", destacó el joven profesional. (ver Los maíces...).

Así, en la campaña pasada, desarrolló, junto a María Laura Alfonso, una serie de ensayos a campo tendientes a ajustar los criterios de fertilización nitrogenada y azufrada en el cultivo de maíz en siembra directa. "En fósforo, por ahora, el tema es más simple ya que la dotación natural de estos suelos es bastante elevada", destacó López Anido.

Pero vayamos a los ensayos. "El objetivo que nos planteamos fue el de estudiar la respuesta al agregado de diferentes dosis y sus combinaciones de nitrógeno y azufre en cultivos de maíz", sostuvo.