Aftosa: continúa la lucha
Mientras combate los focos del virus, el gobierno británico busca a los responsables.
Al frente de la estrategia para controlar el foco está el propio primer ministro británico, Gordon Brown, que preside en esta capital un comité de crisis, que investiga si el virus se fugó de dos laboratorios de investigación -del Instituto para la Salud Animal (IAH, por sus siglas en inglés) y de la firma farmacéutica Merial- ubicados en la localidad de Pirbright.
Los inspectores analizan, incluso, la posibilidad de que el virus haya sido esparcido intencionalmente por empleados de la compañía farmacéutica Merial, que quedó en la mira de los investigadores por un posible sabotaje. Además, se analizan muestras del terreno de ese laboratorio, para determinar si la propagación de la fiebre aftosa pudo provenir del mal drenaje de las cañerías, luego de las inundaciones de las últimas semanas en el país.
Los dos laboratorios sospechados utilizaron la cepa del virus hallado en los animales, pero el gobierno británico se negó a identificar cuál de los institutos está involucrado en el caso. Merial, por su parte, rechazó todas las acusaciones y dijo que no encontró evidencia que la vincule con un supuesto sabotaje de empleados.