La cría de ganado ovino crece en un contexto de producción en pleno cambio climático

La producción ovina en Argentina y en algunos países de Latinoamérica comienza a ser analizada como una oportunidad de crecimiento agroindustrial, por las ventajas que presenta un animal poco pretencioso en cuestiones alimentarias y de hábitat.

28deEnerode2008a las07:20

"La estructura productiva de Argentina que nació a principios del siglo XX con 70 millones de cabezas llegó a un piso de 12 millones y medio de cabezas, luego de atravesar la crisis de la década del 90 donde se disolvió su exportación", sostuvo a la agencia Noticias Argentinas Federico Milicevic, responsable del Plan Ovino argentino.

Dos años atrás, la cifra trepó a los 15.5 millones de cabezas y se faenaron 4.47 millones, según el Servicio Nacional de Sanidad Animal, SENASA.

Para el especialista, el sector siempre estuvo dominado "por falta de políticas acordes, a pesar de los permanentes reclamos patagónicos" y opina que el mercado ovino está sub-aprovechado y que deben realizarse campañas de difusión para fomentar sus ventajas.

"Puesta en el peor lote, la oveja busca pasto y come lo peor y vive donde una vaca no puede vivir", analiza al considerar las posibilidades extremas de cría.

Los técnicos de la Secretaría de Agricultura y representantes del sector argentino sostienen que primero es necesario ordenar la oferta y la demanda en un mercado interno confuso en el que muchos productores piensan que sólo tiene habilitación la carne ovina patagónica.