Moyano protestó en la Bolsa de Cereales
Se había anunciado la participación de todos los gremios del transporte, pero el protagonismo fue excluyentemente camionero: cerca de medio millar de trabajadores del sindicato de Hugo Moyano se movilizaron ayer ante la sede de la Bolsa de Cereales, donde funciona además la cámara patronal del sector, para exigir aumento de salarios y el blanqueo de su relación de dependencia para los transportistas de granos.
Con el hijo de Moyano a la cabeza, Pablo Moyano, secretario adjunto de los camioneros, la sonora movilización se convocó en el marco del conflicto que desató desde hace 10 días un paro de actividades de los transportistas que llevan los granos de la empresa Bunge a sus terminales en los puertos de Bahía Blanca, Quequén San Lorenzo y Ramallo, y los del grupo Grobocopatel en Guaminí.
Un incesante estallido de bombas de estruendo acompañó la demostración de los camioneros , cuyos dirigentes amenazaron con extender la huelga, la semana que viene, al conjunto de las plantas de las cerealeras, entre las que nombraron a Molinos Río de la Plata, Deheza, Cargill y Nidera.
El sindicato de Moyano acusa a las empresas de violar el compromiso firmado hace dos años ante el ministerio de Trabajo, en el que se comprometían a terminar con el trabajo en negro --dicen los gremios que llega a entre el 70 y 80 por ciento-- y a implementar en el sector las normas del convenio colectivo 40/89, que corresponde a los camioneros.
"Hoy el sueldo promedio de un trabajador que entra a este sector es de 1.500 pesos, cuando tendría que estar ganando entre 5 y 6 mil pesos", denunció Pablo Moyano en medio de la marcha.
También aseguró el dirigente que los camioneros "no tienen lugares apropiados en los puertos, quedan varados durante días, sin baños, y tienen que dormir en sus camiones, que son rociados con productos químicos ".
"El chofer duerme en las cabinas respirando ese mal olor --insistió Moyano--: en el último año han fallecido tres camioneros en Rosario por esta cuestión y muchos han quedado mal de salud".
La movilización había sido anunciada el jueves por el propio Hugo Moyano, quien había acusado a las cerealeras de "comercializar en negro el 30 por ciento de los granos para evadir impuestos y aportes, lo que perjudica al país y a los trabajadores, porque se trata de divisas que no ingresan a las arcas del Estado". Su hijo, en medio de sus seguidores, frente a la Bolsa de Cereales exhortó ayer a las empresas cerealeras a "sentarse a negociar", porque de lo contrario "la medida de fuerza se va a profundizar "con el apoyo de sus compañeros del gremio de los portuarios.