El Gobierno echó a Capaccioli y un hombre de Moyano va en su lugar

El funcionario se tuvo que ir por el escándalo del aporte de dinero de droguerías para la campaña electoral de Cristina.Lo reemplazará Juan Rinaldi, vinculado al jefe de la CGT . El camionero avanza así sobre el control de las obras sociales.

13deNoviembrede2008a las07:12

Fue un final anunciado. Peleado con su superior directa, Graciela Ocaña, y sospechado de manejos oscuros con algunas droguerías, ayer fue echado del Gobierno Héctor Capaccioli. Era mucho más que el superintendente de Servicios de Salud. Gracias a su amistad con el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había sido el recaudador de las campañas kirchneristas de 2003 a la fecha. Quizá por eso, se sostuvo en el cargo más de la cuenta, a pesar de que su situación no daba para más hace semanas.

Lo remplazará Juan Rinaldi, que se había ganado la confianza de Ocaña como titular de la Administración de Programas Especiales, la oficina que se encarga de la compra de los medicamentos y tratamientos más caros de las obras sociales. Ahora, tendrá el control total de esas entidades. En el mapa político, Rinaldi es un hombre de Hugo Moyano (de hecho, trabajó en el estudio de Héctor Recalde, el abogado de la CGT). Una nueva señal que fortalece la alianza entre el Gobierno y la central sindical.

Ocaña y Capaccioli venían lanzándose acusaciones cruzadas por los negocios que había realizado en el área de Salud Sebastían Forza, uno de los asesinados en el triple crimen de General Rodríguez, que destapó el turbio negocio de la efedrina (ver página 5).