Según el Gobierno, la intervención en TGN no durará más de 120 días

Con más ganas de irse temprano de la oficina para arrancar las vacaciones que de escalar en la pelea con el Gobierno, los directivos de Transportadora de Gas del Norte (TGN) recibieron ayer con alivio las declaraciones del interventor en la firma Roberto Pons, quien ayer afirmó que espera que el proceso de auditoría estatal no se extienda más allá de los 120 días que dispuso la resolución del ENARGAS.

Cuando le preguntaron si su gestión durará sólo el lapso previsto, Pons respondió divertido: "Espero que sí, si no me divorcio". En declaraciones a un canal de cable, Pons prefirió evitar el concepto de interventor y se definió como un "coadministrador" de TGN. Adelantó que se hará "una auditoría de donde surgirá un informe", con el fin de "recopilar datos e información" sobre el funcionamiento de la empresa. El lunes, el Gobierno dispuso la intervención de la empresa de distribución eléctrica luego de que la semana pasada la firma incumpliera el pago de capital e intereses de una obligación negociable por valor de 22,1 millones de dólares.

En la compañía privatizada ayer le estaba buscando oficina a Pons. Mientras tanto, recibieron sus consideraciones como una señal de baja en los decibeles en la pelea con el Gobierno.