Sumando para mejorar la eficiencia de producción en trigo y otros cereales de invierno
El rendimiento de los cultivos es el resultado de la capacidad genética de estos para adaptarse a diferentes condiciones de producción en interacción con la instrumentación de otras prácticas agronómicas que permiten su permanente crecimiento y el aprovechamiento de recursos productivos.
A partir de la emergencia de las plántulas se suceden continuos procesos de desarrollo en las plantas que encadenados contribuyen a la formación del rendimiento. En forma sintética, este último se define por el producto entre la cantidad de granos formados y su peso individual.
El primero de los factores resulta del ritmo de acumulación de biomasa aérea de los cultivos en etapas vegetativas mayormente afectado por restricciones al normal desarrollo de las plantas asociado en parte a la capacidad de exploración de las raíces y captura de recursos limitantes tales como el agua y nutrientes.