Pese a la visita de Kirchner, venden La Serenísima a Danone y Arcor
Pascual Mastellone dejó de lado las promesas de ayuda oficial para la láctea.
Después de la visita de Néstor Kirchner, el último martes, Pascual Mastellone reunió a su equipo y dio instrucciones de cerrar los grifos informativos. "Esto se politizó demasiado", dijo el principal accionista y timón de La Serenísima. Hace diez días trascendió que la empresa, que lidera con el 70% del negocio de la leche fluída, estaba en venta y la noticia conmovió al ambiente empresario y al propio Gobierno. Ayer se confirmó que, pese a las promesas de asistencia por parte del ex presidente, las negociaciones con la francesa Danone ya están cerradas. Este diario supo, de una fuente involucrada en esas tratativas, que Danone piensa adquirir La Serenísima a través de Bagley Latinoamérica, la compañía que comparte con el grupo Arcor, de la familia Pagani. Consultado, un ejecutivo de Arcor dijo a Clarín: "Acompañaremos a nuestro socio".
La venta de La Serenísima, un proceso que aún puede demorar algunos meses, acentuará el proceso de desnacionalización de empresas en sectores estratégicos. En el país de las vacas y los granos, los brasileños se quedaron con los principales frigoríficos. Y en lácteos, si se exceptúa a Sancor y a Williner, otras firmas como la canadiense Saputo y el grupo Adeco, donde George Soros posee parte del paquete, ya pisan fuerte.