La alfalfa y la estructuración de los suelos
El ingeniero Raúl Turati, propulsor del Balance Catiónico-nutricional, una técnica agrícola que permite optimizar las cualidades físico-químicas del suelo y de este modo, la productividad de los cultivos, disertó en las Jornadas Nacionales de Alfalfa, realizada en Sunchales, alrededor de una hora cuarenta minutos.
Con sus más de 80 años, se mantuvo todo de pie, frente al auditorio explicando con apasionamiento como realizar esta práctica en forma adecuada, atendiendo principalmente a las características de cada suelo. Su exposición llena de matices y argumentaciones fue seguida con marcado interés y hasta generó muchas sonrisas al decir que “cuando me muera y me entierren, seguiré analizando y evaluando todo, pero desde abajo de la tierra”.
La propuesta de Turati significa un cambio de paradigma respecto a la productividad de los cultivos, en especial la alfalfa, ya que apunta a mejorar los suelos para posibilitar la expresión de todo el potencial genético.
Todo comienza con un análisis químico completo que abarca todos los macro y micronutrientes esenciales para formar materia orgánica vegetal, así como los parámetros vinculados, se puede analizar y diagnosticar los desbalances catiónicos y efectos sinérgicos y antagónicos, para evaluar sobre una base técnica estos requerimientos. “Otro puntos importantes a tener en cuenta son los implementos adecuados para roturar el suelo, los correctores a utilizar y el momento de aplicación. Mediante la interpretación, adaptación y práctica de estos factores se logra corregir deficiencias en la estructura del suelo, aumentando así su fertilidad”, dijo Turati
En los suelos, la pérdida de cationes por lixiviación y la extracción diferencial de los mismos por parte de los cultivos, constituye una de las principales causas del desbalance catiónico de los suelos; lo que lleva a que se vayan degradando, compactando y acidificando permanentemente.