La campaña se llevó puesto al Congreso, con el agro casi ausente
El sector no llegó a tener la sanción ni del 12% de los proyectos de ley en agenda del Congreso Nacional
El año electoral garantiza una baja en la actividad legislativa, y este año, a pesar de las restricciones sanitarias, no fue la excepción. Incluso, en el 2020, cuando los protocolos fueron mucho más extremos, el Congreso estuvo más activo.
Según un relevamiento de la Fundación Barbechando, durante el 2021 el Congreso sesionó menos de la mitad de veces que el año anterior, y ese resultado se replica en cada Cámara en particular: en Diputados fueron 5 sesiones contra 12 de 2020 y en Senado 11 contra 21.
Sin embargo, las leyes sancionadas no fueron tan en descenso: durante el 2021 el Congreso aprobó 118 proyectos de ley, contra los 175 del año anterior, es decir, una baja del 33%.
La agenda agro: pocos proyectos y preeminencia del oficialismo
A pesar de que no se haya registrado un descenso marcado en la cantidad de leyes sancionadas, el sector AgroBioIndustrial (ABI) no llegó a tener la sanción ni del 12% de los proyectos de ley en agenda del Congreso Nacional, de los cuales fueron 14 leyes -9 de ellas esperan sanción definitiva- y 8 dictámenes de comisión que ya perdieron vigencia.
Con respecto a la autoría de los proyectos: el 95% fueron impulsados por el oficialismo, donde los diputados y senadores del Frente de Todos tienen más del 70% de las iniciativas y más de un 20% del Poder Ejecutivo; mientras la oposición corre por detrás con menos del 5% de los proyectos dictaminados.
¿Qué temas estuvieron presentes?
Más del 30% de la agenda de los proyectos con algún grado de avance estuvieron vinculados al ambiente -ley de educación ambiental, reciclado de neumáticos, evaluación de impacto ambiental y principios ambientales, entre otros-; mientras que el 13% fueron para créditos para agricultores familiares e igual número para economías regionales.
Luego hay un 10% de las leyes y/o dictámenes vinculados al aumento de impuestos -modificaciones a los bienes personales y ganancias de las empresas-, ganadería -Ley Ovina-, infraestructura -Bicameral de la Hidrovía- y energía -Ley de Biocombustibles-, entre otros, que en su gran mayoría significaron un perjuicio para el sector.