Hay tres empresas que se reparten el 56% del negocio de la harina
Se duplicaron los despachos y aumentaron los subsidios para que se abastescan barato. Todo en un sector que tiene a Cargill como líder.
Entre 2006, cuando empezó la regulación estatal del mercado triguero, y 2010, la exportación de trigo cayó 40%. Pero la otra cara de la moneda es que, en paralelo, se duplicaron las exportaciones de harina, un negocio que en 56% está en manos de tres empresas: la estadounidense Cargill y las argentinas Molinos Cañuelas y Andrés Lagomarsino, claramente las más beneficiadas.
Hacia 2005, los molinos de trigo exportaban, según datos del Indec, 560 mil toneladas de harina, básicamente con destino a Brasil y Bolivia. Pero a partir de 2006, los despachos al exterior comenzaron a crecer exponencialmente año a año hasta duplicarse, ya que en 2010 alcanzaron 1.250.000 toneladas. La situación de la industria mejoró, ya que las firmas que estaban en quebranto los levantaron y también invirtieron fuerte en productividad.
¿Cuáles fueron las políticas? Primero, el subsidio que hubo a los molineros para la compra de trigo con destino al mercado interno, que derivó en denuncias de la molinería de Chile y Uruguay de antidumping (y quejas de Brasil) al sostener que el trigo subsidiado era el que entraba procesado como harina a su fronteras.
Y luego por la política oficial de restringir exportaciones con el objetivo de garantizar el abastecimiento interno y la asignación fija por empresa de un cupo para exportar eliminó la tradicional competencia entre molinos y exportadores por el cereal logrando así una baja en el costo de originación para la industria nacional ya que los precios están por debajo de la cotización internacional.