Avance cooperativo en genética porcina
La mayoría de los integrantes de la Cooperativa de Bell Ville son productores pequeños que estuvieron a punto de desaparecer del circuito, pero ahora apuestan a crecer.
La crítica situación por la que debieron pasar los productores porcinos argentinos en distintas etapas de los últimos años fue factor más que suficiente para pensar en una integración. Así fue como un grupo de criadores de Marcos Juárez, Córdoba, decidió constituir, con el aporte del INTA, la Cooperativa Ganadera y Rural, Porcinos Limitada de Bell Ville.
Esta integración permitió alcanzar un total de 2.500 madres, con un promedio de parición anual del orden de 1,7 lechón, aunque en algunos casos alcanzan a 2,5 pariciones. Carlos Rivera, uno de los socios y gerente de esta Cooperativa, tiene desde 2008 la responsabilidad de establecer las políticas comerciales y la incorporación de genética porcina de última generación, además de gestionar la actividad e intentar defender los intereses de los productores.
El Grupo en sus comienzos estaba formado por 18 productores, y hoy suman 26. Con la integración lograron mejorar la producción, los resultados en calidad y volumen de carne. La mayoría de sus integrantes tienen un stock de madres que oscilan entre las 30 y las 200 cabezas.