Un tiempo de vacas gordas pero escasas
La ganadería llega a su máxima cita luego de varios años de caída, y en un ciclo de retención de vientres.
El contexto de bajísimo nivel de actividad, elevada capacidad ociosa y reducción de los puestos de trabajo ocupados que exhibe la industria frigorífica desde el año pasado se explica por la reducida oferta de animales disponibles para enviar a faena, producto de la reducción del stock de madres que tuvo lugar entre 2006 y 2009 y de la caída de los índices de eficiencia en la producción ganadera en ese tiempo, por diversos factores productivos.
Con ese escenario, que tiene como contracara el claro proceso actual de una positiva retención de vientres, que impacta en precios de la hacienda en alza, el sector ganadero llega a su cita más tradicional: La Rural de Palermo.
Los datos, que surgen de un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la Republica Argentina (CICCRA), precisan que la escasez de animales para enviar a faena es la que hizo que el valor de la hacienda en pie y de la carne crecieran en forma sensible a partir de la primavera de 2009, un proceso que lógicamente se vio retroalimentado por los productores pecuarios que nuevamente decidieron retener hembras, con el fin de aumentar la producción de terneros a mediano plazo.