Se emparejan los precios con el interior
Los aumentos de los combustibles en la ciudad casi hicieron desaparecer la brecha de entre 15 y 20%.
Quizá Dios -si es que existe- siga atendiendo en Buenos Aires, pero al menos ahora no es tan privilegiado a la hora de llenar el tanque. Los precios de los combustibles líquidos, que durante los últimos años costaron entre un 15 y un 20% más caros en las estaciones de servicio del interior, acortaron la brecha en el último tiempo y hasta llegaron a eliminarla en algún caso puntual.
El proceso, aunque paulatino y no lineal, abarca a la mayoría de las provincias. Lo demuestran los datos oficiales de precios que publica la Secretaría de Energía. Cargar nafta súper en una YPF de Tucumán o de Catamarca era en agosto de 2009 15,7% más caro que en la Capital. En 2010, esa diferencia ya se había reducido a 8,7% y el mes pasado ya se ubicaba en 7,7%. En el caso de la nafta premium, el acortamiento fue más pronunciado: la brecha de 12,6% de hace dos años se transformó en un exiguo 1,5% con los precios actuales.
Pero esa menor desigualdad no se logró por el abaratamiento del combustible en el interior, sino de ajustes de precios más fuertes para los automovilistas de la Capital Federal y el conurbano. En los últimos doce meses, la nafta súper y el gasoil común aumentaron en las estaciones porteñas entre 26 y 29%. En los combustibles premium, el ajuste llegó al 33%.