SanCor define un plan de inversiones
Canalizará la mayor producción a través de la elaboración de leche en polvo. También apunta a los quesos.
Oscar Carreras comenzó hace un mes su tercer mandato frente a la cooperativa láctea Sancor. Antes lo había hecho en los períodos 1989/1990 y 2005/2008 y no duda en afirmar que el actual es el mejor período en que le toca conducir la empresa, no sólo por el buen momento que atraviesa la lechería sino también por la solidez alcanzada por la compañía.
En este escenario de expansión, la mayor empresa láctea del país se apresta a continuar con la tendencia que muestra la actividad. Sus directivos se encuentran trabajando en el plan de inversiones para los próximos años, que contempla dos nichos. Por un lado, aprovechar el crecimiento de la producción para aumentar la capacidad de elaboración de leche en polvo; y por otro, seguir destinando leche a los nichos de valor agregado, un negocio en el que la cooperativa es líder en determinados productos.
Sin grandes anuncios, Sancor ha realizado inversiones en los últimos años. La mayoría para ampliación de las líneas y automatización de procesos dentro de las estructuras de las plantas ya existentes, la modernización de la logística y la ampliación de sus centros de distribución en Gálvez, Córdoba y Buenos Aires.
Al tope. “La producción lechera va a seguir creciendo y estamos decididos a acompañar ese proceso. El Gobierno nacional, a través del Plan Estratégico Agroalimentario, proyecta llegar a finales de la década a una producción de 18 mil millones de litros anuales. Para industrializar esos volúmenes vamos a tener que invertir. El país va a necesitar más plantas de leche en polvo y también crecer en la comercialización de quesos y productos especiales de valor agregado”, dijo Carreras a La Voz del Campo .
Con una producción nacional de leche que creció 16 por ciento en lo que va del año, lo que equivale a una oferta de cuatro millones de litros más diarios de leche, Sancor ha llegado al tope de su capacidad de producción. Debido al crecimiento que muestran sus 1.400 tambos adheridos, la cooperativa dejará de comprar leche a terceros para autoabastecerse con la entrega de sus socios. Un fenómeno que hace 10 años no se registraba en la empresa. En ese lapso, si bien no incorporó capacidad instalada, mejoró su productividad. A través de la optimización de procesos creció en 12 mil toneladas de leche en polvo por año.
Carreras está convencido de que la producción de leche es un negocio que funciona. Y para ello mostró un número contundente. En el último ejercicio, cerrado en julio pasado, la empresa tuvo la menor cantidad de tambos asociados que se fueron del sistema: 1,7 por ciento del total. La mayoría de los que dejaron la actividad fue por razones vinculadas con la falta de sucesores en la familia.
“Se proyecta un negocio muy bueno para los próximos años, con volatilidad en los precios, pero con muchas posibilidades para que la Argentina pueda aprovechar la coyuntura. Porque hay tecnología disponible y mercados accesibles”, comentó Carreras.
Si bien la Argentina hoy tiene limitaciones para elaborar leche en polvo, la fabricación de quesos para la exportación exhibe capacidad de crecimiento. Sin embargo, acuerdos comerciales entre países han relegado al país dentro del mercado quesero. Hay productores en la región, como Uruguay, que tienen arancel cero para el ingreso de sus quesos a México –un demandante de peso– y los coloca con ventajas comerciales respecto de otros oferentes.
Exportación. Trabajando al límite de su capacidad industrial, el sector lácteo nacional aumentó en los primeros 10 meses del año un 90 por ciento sus exportaciones.
De los cuatro millones de litros de leche diarios que Sancor industrializa, 1,6 millón tiene como destino el comercio exte