Negociar por un equilibrio
Por la caída de los rindes en maíz, hay negociaciones entre los contratistas y los productores por el precio del servicio de recolección; se busca que, en medio del impacto de la sequía, ambos actores cubran sus costos
Cuando faltan pocos días para que tome ritmo la cosecha de maíz en la zona núcleo, los contratistas que prestan el servicio de recolección se sienten tan golpeados como los productores por la sequía. Y no es para menos: por la destrucción de rindes en muchos maíces de primera, están frente a la realidad de que no podrán cobrar las tarifas que proyectaban para esta campaña. Antes de la sequía, habían confeccionado tarifas con un aumento promedio del 24% respecto del ciclo pasado.
Ese porcentaje representaba justamente el incremento en los costos que sufrió su actividad, en especial por el gasoil. Sin embargo, ya hay negociaciones abiertas en varias zonas para que los productores puedan pagar un precio que contemple su caída en los rindes y los contratistas cubrir sus costos. Es decir, buscar un nuevo punto de equilibrio con las tarifas. La Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), entidad que agrupa a 4200 de los 10.000 contratistas que hay en la Argentina, ya está dando un gesto en este sentido. Según contó Jorge Scoppa, presidente de la entidad, bajará la base para la tarifa de la cosecha de maíz. El precio mínimo, que antes de la sequía se fijó en 375,4 pesos para un rinde de 46 quintales por hectárea, ahora será de $ 330/340 para un rendimiento de 30 quintales por hectárea. Se trata de una merma mayor al 10 por ciento.