Habrá que acostumbrarse a eventos climáticos extremos
Los investigadores creen que son más frecuentes que en el pasado.
El tornado que, con vientos de hasta 250 km/h, arrasó con parte del conurbano bonaerense y la Capital el 5 de abril pasado, las tormentas de gran magnitud como la del 1° de febrero, los recordados episodios de granizo de 2006 y 2010, y ahora las extensas inundaciones en el campo bonaerense luego de la fuerte sequía del verano plantean el interrogante de si de aquí en más tendremos que acostumbrarnos a este tipo de eventos climáticos extremos.
"No hay registros que permitan determinar si los episodios de granizo o de vientos severos son realmente cada vez más frecuentes, pero indirectamente uno podría pensar que sí, ya que hay una tendencia positiva en el centro y el este de la Argentina a que aumenten las tormentas severas, que pueden acompañarse de eventos intensos de viento y granizo", comentó a LA NACION Carolina Vera, directora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Las evidencias proceden de la tesis doctoral de uno de los investigadores del CIMA, Federico Robledo, que analizó la variación de las lluvias más severas que se registraron en la Argentina en los últimos 50 años. "Evaluamos lo que se denomina acumulado de lluvia diaria extrema, que son 24 horas en las que llueve por encima de los 50 milímetros, y lo que observamos es que efectivamente está creciendo la intensidad de las lluvias", comentó Robledo.