Advierten que la "bolillera" no pasa de moda y viene reforzada

Fue a partir de 2007 cuando se observaron las primeras grandes invasiones que merecieron la atención de técnicos y productores. Y no se fue más. Cada año, en mas o en menos siempre estuvo, agravando sus daños en épocas secas.

Advierten que la "bolillera" no pasa de moda y viene reforzada
17deDiciembrede2013a las06:46

Ya han pasado varios años desde que la oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon), hizo cabecera de playa en la soja. Fue a partir de 2007 cuando se observaron las primeras grandes invasiones que merecieron la atención de técnicos y productores. Y no se fue más. Cada año, en mas o en menos siempre estuvo, agravando sus daños en épocas secas. Y no es que le guste la baja humedad del ambiente, sino que las plantas estresadas le ofrecen un hábitat más seguro y la supervivencia es mayor. Los adultos, polillas cuyas poblaciones podemos medir en trampas de luz, ponen huevos en la base de los brotes. Las larvas recién nacidas se dirigen inmediatamente a los folíolos nuevos. 

Cuando la planta está bien hidratada, los folíolos se abren rápidamente descubriendo la hoja tri-foliolada. Pero cuando la planta está en estrés, cada folíolo permanece plegado mucho tiempo y la larva allí dentro está menos expuesta a condiciones climáticas adversas y a predatores. Solo una pequeña hormiga colorada puede encontrarla con éxito y alimentarse de ella. 

A la hora de controlarla aún se discuten los “umbrales”. Desde los históricos “3 por metro lineal” propuestos por Aragón el siglo pasado, hasta 1 a 2 por metro lineal (100% de diferencia entre una cifra y otra). Otros en algún momento gritamos “casi 1… es umbral”. Y posiblemente todos sean ciertos. Es que no depende tanto del número como de las condiciones ambientales y las características fisiológicas actuales de la planta.

Las plantas que tienen agua en el perfil crecen rápido, en menos de una semana pasa de V2 a V3. El volumen foliar se duplica constantemente en las primeras etapas fenológicas. Aunque la plaga esté y haga algún daño, la planta “diluye” este perjuicio al crecer rápidamente. Entonces no está mal hablar de 3 por metro lineal. Pero si la planta está en estrés y crece muy lentamente, con los folíolos plegados, la larva come el brote por dentro y rompe la dominancia. Fisiológicamente la rama secundaria “carga” menos que el tallo principal, y entonces ya hay daños significativos.

En este caso se han medido hasta 10 quintales de diferencia entre plantas protegidas y sin tratamiento. El “casi una” , o sea, menos de una por metro, se hace cierto en estas circunstancias.