Girasol: ¿un cultivo en extinción?

Las altas retenciones y la baja rentabilidad constituyen un combo muy negativo. Hay una fuerte capacidad ociosa en la industria y caen las inversiones.

Girasol: ¿un cultivo en extinción?
28deDiciembrede2013a las06:36

Se está armando una campaña para el olvido en el cultivo de girasol. “Una de las peores de los últimos 30 años”, dice Luis Arias, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), a Clarín Rural .

“Con las condiciones actuales por las que atraviesa el cultivo, con altas retenciones y baja rentabilidad, comienza a haber problemas con los volúmenes producidos, la industria tiene capacidad ociosa y se resiente la inversión en desarrollo de las empresas”, agrega Arias.

Es que la oleaginosa está realmente complicada. Durante la precampaña, las estimaciones expresaban que se sembrarían 1,9 millones de hectáreas y, actualmente, ese número se redujo a 1,48 millones, según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

La magnitud de este parate es aun más relevante considerando que el girasol es un cultivo muy sembrado en zonas marginales del país, como la provincia del Chaco y el norte de Santa Fe, el este de La Pampa y el sudoeste de Buenos Aires. Es más, en el nordeste argentino, donde las perspectivas hablaban de 550.000 hectáreas, por causa de la sequía se terminaron por implantar 230.000 hectáreas. “Un 32% de retenciones para esta zona es una carga muy pesada”, insiste Arias.