Freno parcial a la producción del Mar Negro
Especialistas pusieron el foco en la crisis ucraniana, y cómo podría influir en la producción de girasol en los países que plantean una mayor competencia a la Argentina.
Ricardo Negri (h), de Aacrea.
A las limitantes que el girasol enfrenta puertas adentro en nuestro país, se suma la conformación en los últimos años de un frente externo de competencia ubicado en el Mar Negro, compuesto por Rusia y Ucrania. Este último país pasó de representar el 15% del comercio internacional de aceite de girasol en 2000 al 55% actual. En ese mismo período, Argentina cayó del 53 al 8%. Sin embargo, la crisis desatada en Ucrania a fines de 2013 configura un nuevo escenario –incierto todavía–, que fue el tema discutido por el último panel del 6to Congreso Argentino de Girasol, realizado por la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) en el Hotel Sheraton Retiro de la Ciudad de Buenos Aires. Allí se concluyó que, al menos en parte, la producción girasolera encontró un freno.
Marcelo Montes, consultor de Relaciones Internacionales, hizo un repaso de los hechos que el país del este europeo vive desde hace 6 meses, tras la serie de manifestaciones y disturbios comenzados la noche del 21 de noviembre pasado –conocidas como “Euromaidán”– que incluyeron la destitución del presidente Víktor Yanukóvich el 22 de febrero de este año. “Aunque luego tomó otra dirección, la crisis comenzó por una revuelta popular liderada por estudiantes y jubilados, gente que salió a protestar por los bajos salarios y el desencanto económico. No tuvo nada que ver con la Revolución Naranja de hace 10 años, un movimiento más organizado”, sostuvo.
“Esta rebelión popular y los hechos posteriores se explican en un 80% por factores endógenos, y sólo en un 10 o 15% están relacionados con el rol de Rusia, la Unión Europea y los Estados Unidos. Todos esos países simplemente se toparon con esta crisis, más bien inesperada, y actuaron según sus intereses”, expresó.