Buenos Aires, una zona de alto riesgo
Las inundaciones que afectan a la provincia bonaerense impactan de lleno en la ganadería. En los 88 partidos afectados está 33% del destete nacional y 26% del rodeo de cría.
|El balance de agosto indica que se consumieron unos 57 kilos per cápita de carne vacuna –cinco kilos menos que un año atrás– y se exportaron unas 20 mil toneladas peso res.
La faena estuvo afectada por las lluvias, pero especialmente por el paro que recortó decisivamente a la matanza y la comercialización en los últimos dos días del mes.
El mercado, si bien tiende a regularizarse muy lentamente (hasta que se produzca la próxima lluvia, paro o feriado) está claramente más débil que unas semanas atrás; pero, como dijo un operador, desde hace seis meses está “circunstancialmente firme”.
Hay un volumen muy importante de ganado por salir de los corrales (en febrero-julio se encerró un 14 por ciento más que el año pasado), pero se asegura que el ciclo lluvioso (y de los feriados) continuará en los próximos meses. No debiéndose subestimar el efecto positivo que sobre las cotizaciones (nominales) del ganado puede tener una eventual devaluación.
En un año, de septiembre a septiembre, el precio del novillo en Liniers pasó de nueve a 16 pesos por kilo vivo (creció 77 por ciento), mientras que el precio de la carne al mostrador de agosto a agosto subió un 60 por ciento.