Ganadería argentina, atada al consumo interno
La suerte de la ganadería argentina quedó atada a la capacidad interna de consumo por la destrucción del sector exportador
Datos correspondientes al año 2014.
La destrucción de la industria frigorífica exportadora argentina, además del daño generado en el mercado internacional, incrementó la dependencia de la ganadería a la evolución de la capacidad de consumo del trabajador argentino.
Con el nivel de inflación sideral vigente en la actualidad –que supera el 40% anual según el no-intervenido IPC San Luis– la demanda interna de carne viene cayendo en línea con un empobrecimiento generalizado de la población. La contrapartida de ese fenómeno, en lo que respecta a la oferta, es un proceso de desinversión que se evidencia en una elevada faena de vacas (muchas de las cuales, en otras circunstancias, podrían seguir fabricando terneros para aumentar el stock de hacienda).