Ganadería argentina, atada al consumo interno

La suerte de la ganadería argentina quedó atada a la capacidad interna de consumo por la destrucción del sector exportador

Datos correspondientes al año 2014.

Datos correspondientes al año 2014.

15deEnerode2015a las08:11

La destrucción de la industria frigorífica exportadora argentina, además del daño generado en el mercado internacional, incrementó la dependencia de la ganadería a la evolución de la capacidad de consumo del trabajador argentino.

Con el nivel de inflación sideral vigente en la actualidad –que supera el 40% anual según el no-intervenido IPC San Luis– la demanda interna de carne viene cayendo en línea con un empobrecimiento generalizado de la población. La contrapartida de ese fenómeno, en lo que respecta a la oferta, es un proceso de desinversión que se evidencia en una elevada faena de vacas (muchas de las cuales, en otras circunstancias, podrían seguir fabricando terneros para aumentar el stock de hacienda).

En 2014 la faena registrada de hacienda vacuna argentina fue de 12,16 millones de cabezas (una cifra 3,7% inferior a la de 2013) para generar una oferta de carne de 2,692 millones de toneladas res con hueso en el circuito formal (4,6% menos que el año anterior debido a una reducción del peso promedio en gancho que pasó de 223 a 221 kilogramos entre 2013 y 2014), según indicó el último informe mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).