Moyano, Barrionuevo y Micheli se suman al paro del transporte
Lo que era un reclamo sectorial por Ganancias se convertirá casi en una huelga general tras la adhesión de las tres centrales obreras opositoras y del gremio bancario.
|Evalúan otra protesta para mayo.
Dudó hasta el último minuto en tomar la decisión, pero finalmente lo hizo. Hugo Moyano se puso recién ayer al frente de paro nacional que activará el martes próximo la pragmática alianza de gremios opositores en reclamo de una modificación en el impuesto a las ganancias, un aumento de emergencia para los jubilados y "un sinceramiento" del Gobierno sobre la inflación real y el desempleo.
La huelga, que fue impulsada de raíz por unos 22 sindicatos del transporte, sumó ayer las adhesiones de la CGT moyanista, de la CGT Azul y Blanca -que encabeza Luis Barrionuevo-, de la CTA Autónoma -de Pablo Micheli- y del gremio de los bancarios. Es muy posible que sectores vinculados con la izquierda también se suban al reclamo.
La protesta del martes será por 24 horas, aunque servirá como punto de partida de una hoja de ruta de conflictos. El próximo paso lo blanqueó ayer Moyano: llamó a un plenario para el 15 de abril, en el que se avanzaría en un plan de lucha que incluiría un paro nacional de 36 horas (posiblemente para mayo) con movilización a la Plaza de Mayo. La estrategia del jefe de los camioneros será engordar la tropa de adherentes con el apoyo de algunos gremios que están hoy anidados en la CGT oficialista y que ensayarán, gradualmente, un alejamiento del kirchnerismo ante la falta de respuesta a sus pedidos y por conveniencia político-electoral.
En lo que será el primer gran desafío sindical del año para la Casa Rosada, el martes se alterará el normal funcionamiento de los servicios de los colectivos urbanos, ómnibus de larga distancia, vuelos internacionales y de cabotaje, ferrocarriles, y se paralizarán la actividad portuaria y el comercio exterior. Pero ahora, con el respaldo de las centrales obreras, habrá otros servicios afectados: se reducirá al máximo la atención al público en los bancos y no abrirán las dependencias estatales en las que ATE tenga representación; tampoco funcionarán la recolección de residuos, el transporte de carga y no abrirán las estaciones de servicio de combustible, entre otros rubros ligados al comercio.
Tanto Moyano como Barrionuevo definieron su respaldo al paro cuando advirtieron que Roberto Fernández, el jefe de los colectiveros de la UTA, esta vez no daría marcha atrás. En el último paro nacional, el 28 de agosto pasado, la UTA modificó su postura a último momento a cambio de subsidios para apurar el cierre de su paritaria y de la presunta cesión de un predio para montar un centro de capacitación.