Para los frigoríficos, pasó "el peor mes de la historia"
Lluvias e inundaciones han causado estragos como hacía muy mucho tiempo no ocurría y complicaron, aún más, la oferta de hacienda.
La imposibilidad de operar con normalidad complicó aún más la situación.
Sobre llovido, mojado. Ha transcurrido un mes que esperemos no vuelva a repetirse en la historia. Lluvias e inundaciones han causado estragos como hacía muy mucho tiempo no ocurría y complicaron, aún más, la oferta de hacienda.
A la ya castigada realidad que estamos atravesando la industria frigorífica, la imposibilidad de operar con normalidad nos ha hundido un poco más en la crisis.
Por otra parte, y como si fuera poco, los precios de los subproductos siguen en baja. El cuero (principal fuente de ingresos de nuestra industria) acumula una depreciación del orden del 35% en relación al 2do. semestre de 2014 y las expectativas a futuro no son alentadoras respecto a su valor; el precio del sebo y hueso también han bajado en el orden del 30% en el mismo período. Todo esto ha influido en el costo de la carne y se ve reflejado en la baja de consumo de la misma, estando en estos momentos en los niveles más bajo de los últimos 60 años.
Los inconvenientes (nacionales o internacionales) para exportar, no hacen más que ahondar los problemas entre frigoríficos consumeros y exportadores. Esto lo venimos repitiendo hace tiempo: como estos últimos no pueden comercializar su producción en el exterior, la vuelcan al mercado interno, generando una competencia innecesaria entre ambos sectores, que no beneficia a nadie.