Claves para lograr un silo de sorgo de calidad
Un buen silo de sorgo es el producto de un largo proceso que comienza mucho antes de su confección y termina mucho después de su suministro.
¿Cuáles son las pautas a tener en cuenta para asegurar un silaje exitoso?
El cultivo de sorgo para silaje de planta entera se presenta como alternativa para zonas en las que el cultivo de maíz es inestable. Por otro lado, al comparar ambos silajes, tanto en calidad como en parámetros productivos, los resultados podrían equipararse en algunas situaciones.
Lograr un buen silo implica alcanzar la fermentación apropiada en un ambiente de anaerobiosis (sin oxígeno) que permita conservar las características nutricionales del forraje en pie en el tiempo. Para ello se deben bajar, lo más rápidamente posible, los valores de pH (a menos de 4,5) con el objetivo de frenar el crecimiento de microorganismos y de inhibir procesos fermentativos. Luego, la estabilidad final del silo se logra al bajar la temperatura.
La calidad de un silo y su efecto sobre el sistema no deben pensarse sólo en función de un análisis de laboratorio que representa al silo en el momento de muestreo, sino en su relación con aspectos más dinámicos ya que el mismo se deteriora a través del tiempo - que se reflejan en la productividad (carne o leche) si el silo no es por ejemplo bien suministrado, racionado en forma balanceada y aceptado para consumir por el animal.
¿Cómo lograr un silo de calidad?
Para obtener un producto final óptimo deberán considerarse algunas pautas a lo largo de un proceso que comprende desde la elección del cultivo, la confección y la conservación del silo, hasta la correcta extracción y entrega del forraje.
En primer lugar, deberá elegirse el híbrido más apropiado (alto rendimiento, buena calidad, mayor o menor proporción de granos, resistente a enfermedades e insectos, etc.) según el destino. Luego, las tareas de implantación y de manejo general del cultivo deberán ser adecuadas (momento de siembra, control de malezas, plagas y enfermedades, etc.).
La elección del momento óptimo de corte, que dependerá del forraje a ensilar y de las condiciones ambientales, es un aspecto fundamental para definir el porcentaje de materia seca (MS), que es a su vez el principal factor que afecta la calidad del silaje (lo ideal es que el mismo sea superior al 30-35%). La altura de corte es otra de las variables que define el % de MS -porque el agua se acumula en la parte inferior del tallo, por lo tanto al levantar la plataforma se ganará en calidad nutricional en detrimento del volumen ensilado.
Por otro lado, el tamaño de picado deberá ubicarse entre los 1,5 y 2 cm, de manera de asegurar una compactación apropiada y lograr el tamaño de fibra efectiva para las raciones. En esta etapa también deberá prestarse atención al adecuado afilado de las cuchillas, garantizando cortes uniformes sin deshilachar. El uso de cracker es clave para asegurar el quebrado y aprovechamiento del grano pasado.
Durante la confección del silo la compactación del material deberá ser rápida y uniforme a fin de eliminar todo el oxígeno, siendo el nivel óptimo 240 kg MS/m3, como mínimo. Posteriormente, deberá asegurarse una hermeticidad inmediata, realizando un rápido sellado de la boca así como de cualquier rotura, en el caso de silo bolsa o cobertura con mantas plásticas y contrapesos, en silos aéreos. Existen algunas tecnologías complementarias que ayudan a asegurar buenos resultados de ensilado, especialmente cuando las condiciones de confección no son las óptimas en términos de % de MS o de tiempo de exposición al aire. Tal es el caso del uso de aditivos inoculantes.