Desarrollan un nuevo método para detectar royas en caña de azúcar
Investigadores del INTA desarrollaron un método que detecta, de manera rápida y económica, la presencia de roya marrón y anaranjada.
Enfermedades que generan pérdidas de hasta el 50 % en los rindes.
El Laboratorio de Fitopatología del INTA Famaillá desarrolló una técnica para el diagnóstico simultáneo de las royas marrón (Puccinia melanocephala) y anaranjada (Puccinia kuehnii), que afectan a la caña de azúcar. Ambas enfermedades podrían generar pérdidas de rendimiento de hasta el 50 %, en variedades susceptibles. Se trata de un método rápido y confiable que analiza las dos enfermedades en una sola reacción.
“Como perjudican básicamente el follaje de la planta causan una reducción de la capacidad fotosintética”, expresó Paola Fontana, especialista en mejoramiento genético del INTA Famaillá, quien además aseguró que “en países en los que afectó a variedades susceptibles, se registraron pérdidas en los rindes del 10 al 50 % por roya marrón y del 43 al 53 % por roya anarajada”.
La producción de caña de azúcar en el NOA es clave en la economía regional de Tucumán, Salta y Jujuy –con una participación del 98 % sobre el total de la producción nacional– y, en menor medida, en Santa Fe y Misiones. En las últimas tres campañas, el sector alcanzó una producción promedio de 2.1 millones de toneladas de azúcar y cerca de 380 millones de litros de alcohol destinado a biocombustibles.
La roya marrón se detectó por primera vez en la Argentina en 1988 pero no representó una amenaza hasta 2004, cuando en Tucumán se registró un quiebre en la resistencia de variedades con gran difusión en la provincia, como LCP 85-384 que, en la actualidad, ocupa el 80 % del área cultivada.
En cambio, la roya anaranjada se detectó por primera vez en el continente americano en 2007 y a pesar de que aún no fue detectada en la Argentina, se registraron casos positivos en Brasil, Colombia y Ecuador.
En este sentido, “la presencia de roya anarajada en Brasil, representa una amenaza para la agroindustria azucarera argentina”, indicó Fontana para quien es “necesario realizar monitoreos permanentes en las provincias que son potenciales puntos de entrada de esta enfermedad debido a que, una vez detectada, su diseminación es muy rápida”.