Investigadores desarrollan vacuna contra la mastitis bovina
Investigadores argentinos crearon una vacuna para evitar la presencia de esta enfermedad en los tambos. La infección disminuye la calidad de la leche.
La mastitis provoca pérdidas de hasta un 10 % en la producción.
La mastitis –inflamación de la glándula mamaria causada fundamentalmente por bacterias– es una enfermedad que disminuye la calidad de la leche y provoca pérdidas en la producción de un 5 a un 10 %, lo que representa hasta U$S 1,2 diarios por vaca. Por esto, investigadores del INTA, de la Universidad Nacional del Litoral y del CONICET desarrollaron una vacuna que previene la aparición de la bacteriaStaphylococcus aureus, causante de la infección.
Luis Calvinho, especialista en mastitis bovina y calidad de leche del INTA Rafaela –Santa Fe– y uno de los responsables del proyecto, expresó que controlar la enfermedad permitirá atenuar su impacto negativo en el sector productivo debido a “los elevados costos que tienen los tratamientos antibióticos para estas infecciones y la consecuente disminución en la calidad de la leche”.
Un estudio de la Universidad Nacional de Río Cuarto –Córdoba– determinó que en la cuenca lechera de Villa María se observaron pérdidas diarias de U$S 1,04 a 1,2 por vaca. En este sentido, la vacuna obtenida a partir del trabajo de un equipo integrado por investigadores del INTA, la Universidad Nacional del Litoral y del CONICET será una alternativa para moderar los efectos de la mastitis.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, la cuenca lechera argentina produce cerca de 11.600 millones de litros de leche anuales. En este sentido, Córdoba se destaca por contribuir con un 37 % a la producción nacional y se estima que la mastitis llega a provocar pérdidas en los rindes de hasta el 10 %.
Animales del rodeo afectados
A causa de esta enfermedad, los tamberos deben reemplazar prematuramente a los animales del rodeo afectados y se pierden partidas de leche por el uso indiscriminado de antibióticos. Además, aumentan los costos en el servicio veterinario por mayor uso de la mano de obra del tambo que se destina a tareas de control de la enfermedad.