Manejo de la hacienda sin estrés

Las innovaciones en el manejo del ganado introducidas por Temple Grandin han humanizado el trato hacia los animales, aumentando su bienestar y la eficiencia en la producción de carne.

“Es una maravilla ver que cada vez hay más interés en el manejo de la hacienda sin estrés”, manifestó Temple Grandin.

“Es una maravilla ver que cada vez hay más interés en el manejo de la hacienda sin estrés”, manifestó Temple Grandin.

08deJuliode2015a las11:35

El buen manejo es básico para disminuir el estrés del ganado y así aumentar su productividad y sanidad. Sin embargo, ¿incluye este manejo una comprensión cabal de la psicología animal?

Temple Grandin -Ph.D. en Ciencias Animales y profesora de la Universidad del Estado de Colorado, Estados Unidos- ha desarrollado una visión única al respecto.

“Una de las grandes diferencias entre seres humanos y animales estriba en que mientras nuestro pensamiento se basa sobre una combinación de lenguaje y sentidos, el de ellos ocurre sólo como una sucesión de impresiones sensoriales. Las personas verbales, capaces de razonar de forma abstracta y poco visual, tienen dificultades para ‘entender’ a los animales. Por eso, es clave que quienes se dedican a la crianza y al manejo del ganado conozcan y comprendan su comportamiento natural para brindarle bienestar, facilitar el trabajo y evitar accidentes”, afirma Grandin, cuyas pautas de manejo y diseños de mataderos se usan en todo el mundo y en más del 50% de los ranchos de Estados Unidos.

“Como autista -afirma Grandin-, mis pensamientos suceden en imágenes, como si proyectara un vídeo en mi mente. El ganado piensa de manera similar”. Así, su propia experiencia le ha servido para conectarse como nadie con los animales y para diseñar instalaciones y prácticas de manejo que aseguren su bienestar. ¿Cuáles son sus innovaciones e ideas más importantes?

Pero entonces, muévelo

Si bien los principios básicos del manejo del ganado son conocidos, su sensibilidad y agudo poder de observación la han llevado a reformularlos o a generar otros más novedosos, centrados en los animales. “Los operarios necesitan aprender a mover el ganado usando reglas apropiadas como la zona de fuga y el punto de balance del animal para inducirlo a caminar hacia adelante o hacia atrás.

Como si tuviera ojos en la nuca, el ganado puede ver casi 360 grados sin girar la cabeza. El área circular que abarca con su mirada fue definida por Grandin como zona de fuga y representa un espacio personal de cada animal: cuando alguien ingresa a la zona, el animal camina, y viceversa. Su tamaño es variable, se agranda al ponerse nervioso (o cuando alguien se acerca de frente) y se achica al relajarse, o dentro de una manga, o cuando una barrera se interpone con los humanos.

Por esta razón, una persona ubicada al límite de la zona de fuga podrá mover con facilidad el ganado —sobre todo cuando está tranquilo— pero sabiendo que acercarse demasiado puede causar el pánico y la huida de los animales, y que alejarse de la zona hace que detengan su marcha.

El punto de balance se encuentra a la altura de los hombros del animal. Todas las especies de ganado avanzarán si el ganadero se ubica detrás de este punto y retrocederán si se coloca adelante. Por otra parte, todas las especies que viven en manadas caminan en círculos alrededor de las personas y, además, en sentido contrario.

Entonces, para mover a un grupo de animales en cierta dirección, el ganadero debe caminar en la dirección contraria a la que éstos desean. Por el contrario, caminar en la misma dirección hace que el movimiento sea más lento. Con estos principios simples, Grandin revolucionó las prácticas de manipulación del ganado para hacerlas más eficientes para el productor y buenas para los animales. En un gran número ranchos de Estados Unidos, estas prácticas han logrado moverlos de forma más segura y rápida, e hicieron innecesario el uso de punzones eléctricos.