El Salado ahoga: la lucha en el campo para salvar a los animales
Es difícil diferenciar si lo que está a la vera de la ruta 57 es una laguna o el océano, aunque lo increíble es que no sea nada de eso.
Hay más de 800.000 hectáreas anegadas en la provincia de Buenos Aires e incertidumbre por el avance del agua.
Es difícil diferenciar si lo que está a la vera de la ruta 57 es una laguna o el océano, aunque lo increíble es que no sea nada de eso. Ahí abajo hay campo, pasto, vacas, siembra y una cosecha sin terminar. En total son más de 4 millones de hectáreas con diferente grado de inundación.
Hay algunos municipios con 75% bajo agua, otros a los que les queda solo el 10% seco. En total son 49 los municipios afectados en la Provincia y se calculan pérdidas por 1.100 millones de pesos. Los productores son los más perjudicados por la crecida del Río Salado: creen que podrán retomar sus actividades habituales recién el año que viene.
Pila, una de las ciudades más afectadas
Mario Gahwiler es productor agropecuario en Pila, una de las ciudades más afectadas por el desborde del Salado. Allí, el 70% del territorio está bajo el agua. Cuenta que de las 1.100 hectáreas que tenía, 700 quedaron inundadas. “Me estoy endeudando para salvar a los animales que pude rescatar, ahora tengo a todas las vacas hacinadas en los terrenos que me quedaron secos y eso es peligroso por las enfermedades y porque ya el pasto para que se alimenten no alcanza”.
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"Me estoy endeudando para salvar a los animales que pude rescatar, ahora tengo a todas las vacas hacinadas”. dice Mario Gahwiler, productor de Pila.