Arrendamientos agrícolas quedaron segmentados en tres mercados

Los acuerdos de arrendamientos agrícolas registraron en general un ajuste bajista de uno a tres qq/ha de soja con respecto a los valores negociados el año pasado.

Cambios estructurales.

Cambios estructurales.

03deSeptiembrede2015a las08:13

En la zona núcleo pampeana este año los acuerdos de arrendamientos agrícolas registraron en general un ajuste bajista de uno a tres qq/ha de soja (dependiendo de la escala, aptitud del campo, historia productiva y confianza de largo plazo entre las partes) con respecto a los valores negociados el año pasado.

Pero en el resto de la regiones productivas el mercado de campos alquilados cambió mucho. En otras zonas pampeanas –con historiales de rindes agrícolas más erráticos– los acuerdos realizados en los últimos meses no parecen tener un patrón claro: se registraron acuerdos con qq/ha de soja fijos (con bajas considerables con respecto a 2014), una base de qq/ha de soja con adicionales según rindes finales (y en algunos casos según escala de precios a cosecha) y acuerdos a porcentaje (muchos de estos últimos concretados por propietarios de empresas distribuidoras de insumos que ven en tales acuerdos una salida para evitar un derrumbe estrepitoso de la facturación o bien por productores tamberos, feedlots, etcétera, que buscan hacerse de maíz en campos de la zona ante la perspectiva de una caída brutal de área de siembra del cereal)

La constante, en casi todos los casos, es que el valor por abonar de los qq/ha de soja se determinan en función de la cotización del contrato de Soja Mayo 2016 del Matba (metodología que se viene consolidando en las dos últimas campañas agrícolas).