La ganadería frente al cambio de Gobierno

Estiman que es muy probable que haya una liberación del tipo de cambio sin una quita inmediata de las retenciones a la carne.

Mejorará algo la competitividad exportadora pero habrá una presión alcista sobre toda la hacienda, inclusive la liviana.

Mejorará algo la competitividad exportadora pero habrá una presión alcista sobre toda la hacienda, inclusive la liviana.

23deNoviembrede2015a las08:22

En la previa a las elecciones presidenciales, el especialista Ignacio Iriarte planteó a Valor Carne un probable escenario para la cadena cárnica ante el cambio de reglas que implementaría el próximo Gobierno. A continuación, su opinión.

Una de las principales dificultades que deberán enfrentar las nuevas autoridades es que la gestión anterior usó el tipo de cambio como herramienta antiinflacionaria, con lo cual en un año se ha devaluado sólo la mitad de la inflación real, acumulándose un gran atraso. El segundo escollo son las retenciones, cuya remoción tal vez se deje para más adelante y no se tome este tipo de medida inmediatamente. Otro tema que afecta la rentabilidad de la industria es que los precios internacionales ya no son los mismos que los de un año atrás, a lo que se agrega la caída dramática del valor de los subproductos.

En este contexto, un aspecto no menor es que la Argentina está produciendo una cantidad de carne per cápita muy baja en términos históricos: alcanza para consumir 60 kilos por persona y exportar sólo 5kilos. Y, además, hay una aguda escasez de novillos pesados y también de vacas, que son las categorías que requiere el comercio exterior.

En esta época del año, el productor tiene abundante pasto y sabe que el candidato con más chances de ganar está pensando en liberar el tipo de cambio, lo que llevaría a una devaluación importante. Entonces, como esto puede significar una mejora en el precio, no vende su hacienda, la retiene. Y esto agrava la situación de la industria, que ya tenía dificultades para abastecerse.

Si uno le preguntara a un exportador cuál sería el escenario ideal para volver a ser competitivo, éste respondería que necesita una devaluación del 40%, que se quiten las retenciones y que el precio del novillo no suba. Pero es prácticamente imposible que estas tres condiciones se den todas juntas. Hay que tener en cuenta que hoy, según los cálculos de Valor Carne, los frigoríficos exportadores argentinos pagan por la carne al gancho U$S 4,30/kg mientras que sus pares brasileños apenas erogan U$S 2,60, aunque tal vez a nosotros no nos haga falta estar en el nivel de Brasil para reposicionarnos en el mundo.

De lo necesario a lo probable

En este marco, es posible que se libere el tipo de cambio de inmediato, ya que es una medida que está en el corazón de las ideas de los candidatos que podrían ganar: piensan que hay que arreglarlo el primer día porque si no, no se arregla más. En cuanto a las retenciones a la carne, hace meses que no se habla ni se hacen promesas al respecto, a diferencia del trigo, el maíz y los productos regionales, rubros en los que sí se asegura que se quitarán.