Córdoba y Santa Fe anegados por inundaciones

Hay unas 200.000 hectáreas afectadas sólo en territorio cordobés; los productores reclaman una mayor planificación y acciones conjuntas entre el gobierno nacional y las provincias.

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Un tambo en cercanías de Marcos Juárez, Córdoba, cercado por el agua.Foto: La Nación/Diego Lima.

Un tambo en cercanías de Marcos Juárez, Córdoba, cercado por el agua.Foto: La Nación/Diego Lima.

18deEnerode2016a las12:00

Hace casi 20 años un furcio periodístico atribuyó al entonces ministro Domingo Cavallo la idea de que los productores agropecuarios que se quejaban de las inundaciones "se dediquen a pescar pejerreyes y bagres". No la había dicho él, sino un economista-imitador, Juan Carlos Kuznir, del equipo de la Fundación Mediterránea. Hoy, en Marcos Juárez, los sobrinos del tambero Alejandro Galiano pescan en el campo; no pejerreyes, pero sí mojarritas.

Unas 200.000 hectáreas están anegadas en el sur y sureste de Córdoba (departamentos de Marcos Juárez, General Roca, Unión, Juárez Celman y Sáenz Peña). Las tierras de Marcos Juárez están entre las más caras del país, 20.000 dólares promedio la hectárea. La presencia de agua no se explica sólo por las lluvias de las últimas semanas: hay campos que tienen complicaciones desde hace más de un año, lo que revela severas deficiencias de infraestructura.

La situación es similar en Santa Fe, sobre todo desde el sur de Rosario hasta Rufino; los consultados la definen como "caótica". En el límite, cordobeses y santafecinos cruzan acusaciones sobre quién inunda a quién. Hacia el suroeste de Córdoba -pegado a San Luis- también hay problemas. Un nuevo río surgió en las cercanías de Chaján. Sergio Etchepare, del consorcio caminero de la localidad, explica que comienza en el cerro La Paraguaya y recorre 12 kilómetros hasta la Ruta Nacional 8 y otros 12 más hacia el Sur, hasta desembocar en el río Chaján.

Un "nuevo río": 10 campos anegados

El nuevo río apareció en noviembre, después de una serie de fuertes lluvias, y sería consecuencia de la modificación del suelo y la suba de las napas freáticas. Hay unos 10 campos anegados.

No hay aún una cuantificación de las pérdidas, pero los ruralistas advierten que "lo peor no llegó". Esperan el pico para abril y estiman que el 30 por ciento de la soja sembrada se perderá. "El impacto económico será grande; el trigo se pudo cosechar con problemas; lo nuevo viene muy complicado y los tambos la llevan muy mal", resume a LA NACION Gabriel De Raedemaeker, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez).

Gustavo Vionnet, presidente de Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), señala que su provincia es históricamente "de paso de agua", pero que las inundaciones se agudizaron por el monocultivo de soja ("los suelos absorben la mitad de lo que cae por falta de siembra de invierno") y por la falta de infraestructura: "Hay que pensar las obras como macro cuencas; hacer estudios técnicos para determinar cómo debe entrar y salir el agua".

El gobernador cordobés, Juan Schiaretti, anunció que declarará zona de emergencia o de desastre el sur y sureste de la provincia, mientras su ministro de Agricultura, Sergio Busso, confirmó que gestionará un fondo de emergencia ante la Nación y adelantó el compromiso de convocar al Comité de Cuenca de la laguna La Picasa, para interactuar junto a Buenos Aires y Santa Fe.

En 2006, por un acuerdo de las tres provincias, se puso en marcha un plan que incluyó un sistema de bombeo y la construcción -a cargo de la Nación- de siete obras de regulación. El proyecto no se terminó y los problemas siguen.