Próxima cosecha alcanzaría récord de 120 millones de toneladas

El Gobierno de Macri podrá cosechar los frutos de su política agroexportadora en la próxima campaña 2016/17, pudiendo llegar al récord de 120 millones de toneladas, si la actual tendencia y relación de precios entre cereales, forrajeros y oleaginosos se mantiene. Sólo se necesita que se corte la actual condición de severa sequía que está afectando más del 70% de las zonas agrícolas del país. Si el clima lo permite, con este volumen de producción y proyectando los saldos exportables a los precios actuales a futuro, el ingreso de divisas por parte de todo el sector agropecuario en la próxima cosecha 2016/17 podría llegar a los u$s 26.000 millones, un aumento de u$s 3.200 millones con respecto al ingreso proyectado en 2016 de u$s 22.800 millones.

En la actual campaña, los cambios anunciados por el Gobierno lograron generar una mayor superficie de siembra de maíz de segunda y tardío, adicionando un mayor volumen de producción y saldo exportable. Sucede que entre el balotaje, la asunción el 10 de diciembre y el anuncio de las medidas sobre las retenciones y la liberación del cepo, aquellos productores que sí confiaron en el cumplimiento de los anuncios se lanzaron a sembrar más maíz de segunda y tardío. No se equivocaron, la actual relación de precios soja:maíz de 1,40:1 es la más favorable para el cultivo de maíz de los últimos 10 años. Aquellos que no confiaron y apostaron a la soja como el cultivo más barato y de menor riesgo deben enfrentar márgenes muy ajustados y en muchos casos negativo, salvo el análisis en campo propio, a menos de 300 km del puerto y con rindes muy por arriba de los promedios. 

En definitiva las medidas implementadas por el Gobierno no han tenido otro objetivo central que el de salvar de la quiebra a miles de productores y cientos de empresas agroexportadoras de las economías regionales. Cuando dicen que el Gobierno ha beneficiado mucho al sector con sus medidas pro campo se trata de un eslogan postcampaña que no se condice con la cruda realidad, el sector agroexportador estaba atravesando una de las peores crisis de su historia. La combinación de la caída de los precios internacionales, el aumento del costo argentino en dólares, entre otros factores negativos, empujaba a las empresas del sector al precipicio de la quiebra. Esto ya forma parte del pasado, miremos el futuro y tratemos de potenciar lo que la Argentina sabe hacer, producir y exportar alimentos en un mundo donde no abundan países con dicha capacidad.