El agua, la figura de la cosecha

Productores y asesores de la zona afectada cuentan lo que ya sufrieron y esperan regresar a los campos para definir qué hacer con lo que queda.

Productores y asesores de la zona afectada cuentan lo que ya sufrieron y esperan regresar a los campos.

Productores y asesores de la zona afectada cuentan lo que ya sufrieron y esperan regresar a los campos.

25deAbrilde2016a las07:19

Caminos rurales intransitables, lotes anegados, plantas de soja sin poder cosecharse, animales atrapados en el barro, camiones y máquinas enterradas. Este es el panorama que hoy se ve en la zona núcleo, que Clarín Rural pudo comprobar recorriendo la región esta semana. La zona más afectada por las lluvias es una franja que incluye, básicamente, partes de norte de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y sudeste de Córdoba

Ante esa situación, este suplemento habló con los productores y asesores de cada zona, que cuentan cómo la están afrontando.

Hugo Batani, productor que siembra entre los pueblos de Santa Isabel y Villa Cañas, en el sur de Santa Fe, contó que desde octubre (cuando se siembra la soja) a esta fecha llovió en esa zona más de 600 milímetros. Y en el último mes, más de 150 milímetros. “Pudimos cosechar un 45% de los lotes de soja y los rindes no son malos, ya que rondan los 3.800 kilos, pero esperábamos cerca de 5.000 kilos por hectárea”, contó.

Así, sin poder trillar el otro 50% de los campos, asegura que el grano se está deteriorando severamente. “Si sale el sol, el problema es cómo entramos a los lotes. Tengo un campo alquilado a 6 kilómetros del pueblo y no puedo llegar”, describió. “No hay tantas máquinas embolsadoras para hacer silo bolsa y tampoco hay superficie disponible, porque hay mucha agua en todos lados”, relató angustiado.

Además, otro tema a considerar en la cosecha, como recordó el productor, es la humedad del grano. “Debe ser menos de 14% pero hoy hay que sacar los granos del campo sí o sí. Hasta 17% o 18% se puede, para que el grano no se estropee con la máquina”.

Y, lamentándose, hace algunas cuentas: “Si no cosecho, pierdo el capital que había hecho en los últimos 10 años. Podría haber hecho una diferencia en esta cosecha”. 

Durante la recorrida de Clarín Rural, en la autovía que une la Capital Federal con Rosario, ya se empieza a ver la crueldad del agua, con el desborde el río Arrecifes.