Se suman sombras para exportar carne

En los últimos meses, la cuota Hilton cayó de 15.000 a 12.000 dólares al igual que otros cortes de exportación de menor valor; junto a un tipo de cambio menos competitivo por la inflación esto complica el negocio de los frigoríficos.

Los márgenes de la ganadería se fueron recortando con la inflación.

Los márgenes de la ganadería se fueron recortando con la inflación.

18deJuniode2016a las10:48

El segundo semestre aparecía como la tierra prometida para el negocio de la carne vacuna, uno de los más dañados por el kirchnerismo. En diciembre pasado, justo cuando se cumplía una década de la instalación de derechos de exportación, la actividad sintió que se abría el horizonte: el sinceramiento del dólar y la quita del 15% de retenciones que dispuso el macrismo hicieron que, de pronto, cada dólar despachado se transformara en un 90% más de pesos. Un aumento jugoso, aunque las artes de Guillermo Moreno habían hecho caer el volumen de la carne que se exporta de más del 20% a menos del 8% del total.

Para que la fiesta fuera completa sólo restaba superar la fase crítica de los reacomodamientos, que analistas y operadores imputaban a la primera mitad del año. En enero, el aumento del precio de la carne fue el tema favorito de los medios de comunicación (pese a que se había producido un mes antes y ya se había aquietado), y hubo un desfile insólito de opinólogos en los medios, desde la vicepresidenta, amenazando con importar carne, y al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, poniéndole precio al asado, en 90 pesos, hasta el autotitulado "rey de la carne" Alberto Samid criticando las políticas del gobierno anterior, que tanto lo habían beneficiado.

Todo ese ruido social se sumaba a las presiones extraoficiales para bajar los precios, al aumento del valor del maíz (alimento principal de los novillos engordados en corrales), a la escasez y aumento del precio del novillo y a la necesaria reactivación y búsqueda de clientes externos. Esa "parte mala" del buen momento económico tenía un horizonte: el de llegar arrancar la segunda mitad del año con los pedales ya rodando solos.